La Biblioteca Nacional rescata la edición de 'El Quijote' realizada en 1780 por la RAE
Muestra por primera vez juntas planchas, grabados y dibujos de la obra original, unidos a otras reproducciones de la colección de la Academia
Actualizado: GuardarLa excelente edición del Quijote que hizo con todo su rigor y cuidado la Real Academia Española (RAE) en 1780 ha sido rescatada ahora por la Biblioteca Nacional, en una reconstrucción que el filósofo Emilio Lledó ha descrito hoy como "una joya de memoria, amor, pasión y belleza".
Con el título dividido en negro y rojo "De la palabra a la imagen", la obra fue presentada por Lledó, académico bibliotecario, Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional, y Elena Santiago, coordinadora de la edición, en la que colaboraron también la Biblioteca de Catalunya y The Hispanic Society of América. El acto fue cerrado por el vicedirector de la RAE, Gregorio Salvador, con el regocijo de dar a conocer un volumen que será "fuente notable de placer a través de la contemplación demorada de sus imágenes y lectura de textos".
La edición muestra por primera vez juntas las planchas, grabados y dibujos de la obra original, unidos a las reproducciones de los diseños y estampas de la rica colección cervantina que conserva la Biblioteca Nacional, dentro del empeño de su directora por dar a conocer los tesoros documentales que conserva. La primera parte incluye siete estudios sobre el planteamiento de la edición, las circunstancias que rodearon los ocho años de trabajo necesarios, el análisis de los dibujos o la descripción del proceso para transformarlos en planchas, y la segunda es el catálogo en el que se reproducen 156 obras: 78 dibujos, 38 planchas de cobre y 40 estampas.
El complicado proceso de ilustración de esta obra es, según Lledó, "educación a expandir" fruto del pensamiento ilustrado de los académicos de aquella España del XVIII, que creyeron en las posibilidades de hacer entrar el texto por los ojos, de "imaginarlo en imágenes", logrando un "poderoso fogonazo en nuestra sensibilidad", expresó. Lledó lo compara al "esfuerzo de iluminación ciudadano que sustenta y constituye la democracia" después de elogiar en aquellos académicos "sus ideales de la Ilustración, su pasión y su empeño".
Tras identificar "luz" y "ser humano" -expresados en griego con la misma palabra-, Emilio Lledó ha resaltado que "todos estamos obligados a ese poquito de luz que hace fluir el pensamiento y navegar en un esfuerzo mental que requiere la palabra, ya que sin ella "no hay lenguaje interior, ni capacidad de ver". El filósofo y académico de la Lengua mencionó también una carta a Goethe de Guillermo de Humboldt, que tras pasar por Madrid le escribió en 1798 asombrado de encontrar intelectuales de esa categoría "en un país donde ya no se queman herejes, pero se descuida la educación y sólo se enseña religión, escritura y cuentas".
El proyecto de un joven académico
La idea de esta edición nació, según Lledó, al conocer la RAE en 1773 el trabajo "con alguna novedad" del joven académico honorario Vicente de los Ríos, sobre el elogio de Miguel de Cervantes, que dio pie a proponer una "impresión correcta y magnífica del Quixote" que serviría "para descubrir sus perfecciones". La "emocionante aventura" de esfuerzo y dedicación dio como fruto, dijo Lledó, "una de las más hermosas obras tipográficas ilustradas de la cultura literaria de España", en la que los mejores dibujantes de la época, como Jose del Castillo o Antonio Carnicero, tuvieron que someter sus creaciones a "rigurosas instrucciones" de los académicos.
En este sentido, Elena Santiago dio la dimensión del esfuerzo que supuso la ilustración del Quijote al detallar en diapositivas todo el complicado proceso, y recordó que hasta quedó fuera un dibujo de Goya "tal vez por no cumplir los cánones marcados". Santiago comentó algunos de los consejos concretos a los dibujantes, obligados no sólo a "ver", sino a "figurar" sus trabajos ya que, como resaltó Lledó, "hacer competir imagen y palabra es hoy algo obsoleto". Lledó destacó el acierto del volumen presentado al poner juntos los planos de interpretación que explican lo que se quiere proyectar y la proyección misma, la imagen que resulta de todo el proceso complejo.