Berlusconi clama que «la libertad peligra» por una trama de banca, prensa y jueces
El magnate italiano exhibe documentos que le exculparían de su último proceso Pide observadores de la ONU para evitar «trampas» en las elecciones
Actualizado: GuardarHay que rendirse a la evidencia: la campaña electoral italiana es Berlusconi. Sus propios aliados apenas son visibles y el controvertido primer ministro marca la agenda, los temas a debate y es el centro de atención. La oposición sólo puede jugar a la defensiva.
Según los sondeos, el magnate puede perder este fin de semana ante La Unión de centroizquierda de Romano Prodi y desde hace días está descargando toda su artillería verbal. Vale todo. La escena estelar de ayer, uno de los delirios más memorables que se le recuerdan, transcurrió en Palazzo Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, donde convocó a la prensa para hacer un «importante anuncio». Fue un ejemplo más de la perenne confusión de Il Cavaliere entre público y privado, porque se trató de un mitin en toda regla.
Un Berlusconi en estado puro, que acabó rojo de ira, lanzó una alarma apocalíptica al describir una Italia a punto de caer en un régimen totalitario si vence la izquierda, que conspira en la sombra y ha extendido sus tentáculos a la Justicia, la prensa y los grandes bancos. Apuntando descaradamente al corazón de la clase media, habló de una «alianza oscura y opaca contra las pequeñas empresas» entre los grandes grupos económicos, resentidos porque les habría negado favores, y los sindicatos.
Pide el voto
Acabó pidiendo el voto, como una emergencia, a «los hombres y mujeres libres que quieren ser libres en plena democracia». «Atención, porque vuestra libertad está en peligro», había dicho poco antes, apuntando a la cámara con el dedo, en un programa de televisión. Luego en la radio pidió observadores de la ONU porque teme «trampas» en el escrutinio.
Il Cavaliere interpretó su papel mesiánico de salvador, dentro del habitual cóctel de populismo y victimismo, en una rueda de prensa en la que exhibió 15 páginas de complejos documentos bancarios que, según él, desmontan el último proceso abierto por la Fiscalía de Milán. Dijo haberlos buscado él mismo en las Bahamas porque la Justicia negó a sus abogados este trámite. «Esto prueba que sólo alguien con mis medios puede hacer frente a un ataque procesal que aplastaría a cualquier otro ciudadano, por eso seguiré luchando para asegurar a millones de italianos un proceso justo».
Otra caricia propagandística a la alergia de cualquier italiano a la Justicia. En esta causa Berlusconi está acusado de corrupción sobre la base del testimonio de un abogado británico, David Mills, que admitió haber recibido de él casi 500.000 euros por protegerle al ser interrogado en Italia en dos de sus procesos de los noventa.
Proceso judicial
Al margen de que el magnate podía haber entregado sus pruebas en el juzgado y que es imposible contrastarlas sin haber seguido de cerca el proceso, se trata de un asunto del que no se habla desde hace un mes, cuando la Fiscalía pidió su procesamiento. De hecho, el juicio no se reanudará hasta el 5 de junio para no interferir en la campaña, pero a Il Cavaliere le sirve para rescatar una de sus diatribas favoritas: que la «magistratura roja» le persigue y se mueve con oportunidad electoral, compinchada con la prensa.
En este sentido, ayer desató un ataque frontal al Corriere della Sera, primer diario italiano. El magnate recreó un clima casi de golpe de Estado para arrebatarle la victoria y citó lo ocurrido en 1994, cuando la Justicia decidió investigarle y el Corriere dio la noticia, episodio al que atribuye la caída de su efímero primer Gobierno.