El Barcelona busca rematar la Liga ante un Madrid inestable

El Barcelona recibe al Real Madrid esta noche con la gran oportunidad de sentenciar la Liga ante el gran rival, que llega a la Ciudad Condal con ganas de tomarse la revancha por el 0-3 encajado en el Bernabéu. No obstante, se trata de un clásico descafeinado por la diferencia de puntos entre los dos conjuntos. Pese a la habitual expectación que despierta el choque en los medios -se han acreditado más de 750 periodistas-, el coliseo azulgrana viviría el clásico menos decisivo de los últimos años.

El cuadro catalán se siente seguro de sus fuerzas ante un Madrid crecido tras su última goleada ante el Deportivo. A diferencias de sus rivales, los jugadores azulgrana se muestran cautos en sus declaraciones. Pasan de los pronósticos. Su único objetivo es obtener una victoria que les coloque a un paso del título ya que tendrían 14 puntos de ventaja cuando restarían siete jornadas por disputarse.

Obviando el decisivo choque del miércoles ante el Benfica, Rijkaard pondrá toda la carne en el asador. Nada de reservar a su piezas clave. El técnico holandés quiere la máxima motivación para darle un golpe definitivo al Madrid y a la Liga. Tampoco es que el técnico azulgrana pueda hacer grandes maniobras. Las bajas de Xavi, Messi, Edmilson, Márquez y Sylvinho condicionan su once titular marcado por el regreso de Carles Puyol.

Junto al defensa catalán, Rijkaard mantendrá el equipo tipo del Benfica con dos incógnitas. La primera es la ubicación de Motta. Si le mantiene como central, Belletti sería el sacrificado. Si pasa al centro del campo, Iniesta o Van Bommel se jugarían la otra plaza. La otra duda pasa por la punta de ataque donde Larsson y Giuly se disputan un lugar en la banda derecha.

Guti se recupera

Por su parte, el Madrid también despejó todas sus dudas. Guti entrenó con total normalidad junto al resto de sus compañeros, demostrando que las molestias en el quinto metatarsiano del pie izquierdo no le van a impedir disputar el encuentro contra el Barcelona. Así, López Caro contará con su cerebro para dirigir las operaciones atacantes de su equipo, mientras que Gravesen estará en el banquillo.

El danés acompañará a Pablo García. El uruguayo se ha recuperado en apenas mes y medio de su fractura del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda, provocada en San Mamés tras una entrada de Ismael Urzaiz y vuelve en perfectas condiciones a una convocatoria. Empero, su falta de forma le condena a no formar parte del once titular, donde no se esperan grandes novedades. López Caro apostará por la misma zaga veloz de los últimos partidos, con los dos laterales brasileños y el tándem Ramos-Bravo en el centro.

Helguera volvió a quedarse fuera de la lista por sexta vez consecutiva, lo que confirma que el técnico madridista sólo contará con él en momentos de extrema necesidad. En el centro del campo, Guti estará acompañado por Beckham y Robinho en las bandas, mientras que Zidane todavía no conoce a su pareja de baile en la media punta. Baptista y Raúl se disputan el único puesto libre, aunque parte con ventaja el ex sevillista. Si López Caro mantiene al brasileño, repetiría el mismo once que goleó al Deportivo. Algo normal para el capitán blanco. «Me gustó el equipo y sería lógico que saliera el mismo», comentó Raúl.