La cantera y Dertycia salvan al Cádiz

Pero el Espíritu Irigoyen se supera cada temporada. Esta campaña será la más recordada de toda la historia del cadismo. Con muchos nombres propios, aparte del del presidente cadista. Primero el de Pepe Mejías, que regresa a Cádiz tras su periplo por Zaragoza, Murcia y Rayo Vallecano. Indio Vázquez y Viera, en lo negativo, también dieron que hablar. Pero sobre todo será recordado por dos mitos amarillos: Kiko y Szendrei.

Aunque antes de que el canterano comenzara a brillar en la Tacita, el Cádiz firmó una de sus páginas más brillantes al golear 4-0 al Barcelona campeón de Johan Cruyff, (Quevedo (2), Mejías I y Dertycia). Esta hazaña les hizo soñar nuevamente con la salvación, y eso que llevaban desde la séptima jornada en puestos de descenso y a ocho del final era último.

Un partido sería clave para que se consiguiera un nuevo milagro. Cádiz-Zaragoza. Los maños se adelantan y, cuando todo parecía perdido, en la segunda parte entra un chaval espigado que fuerza un penalti y marca el gol del triunfo. Kiko fue decisivo para que al menos se alcanzara la promoción ante el Málaga, donde se remontó el partido de ida y se ganó en los penaltis con un Szendrei magistral.