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La polémica salpica el programa de actos del Ballet Flamenco de Andalucía

La bailaora Cristina Hoyos seguirá al frente gracias a un cambio estructural

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Desde que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía decidiera crear su propia Compañía de Danza, nunca ha atravesado un momento tan delicado. Todo comienza cuando el coreógrafo Juan Antonio Ruiz, ahora en el Nacional de Danza, es sustituido por la bailaora Cristina Hoyos. La Compañía pasó a denominarse Ballet Flamenco y los entonces integrantes del mismo fueron sustituidos en su mayoría por intérpretes del cuadro privado de la bailaora sevillana. Junto a ellos, entraron en nómina su marido, y algunos sobrinos para desempeñar distintas tareas administrativas.

La recién creada Agencia Andaluza del Flamenco absorbe en su organigrama al Ballet Andaluz. Pronto vinieron a producirse discrepancias en la gestión, que saltaron a la luz pública por las quejas de algunos compañeros, como Eva la Yerbabuena, que mostraron su malestar por ciertos tratamientos negativos al Ballet.

De hecho, durante unas representaciones en Madrid, el nombre de Cristina Hoyos aparecía en un tamaño superior al del propio Ballet, lo que podría plantearse como una competencia desleal sobre el trabajo de aquellos que sacan adelante sus proyectos sin subvenciones públicas.

Las diferencias se agravaron por distintos puntos de vista entre Trajano Producciones y la Agencia. Dicha empresa está empleada en impulsar el Museo de Baile Flamenco Cristina Hoyos y no dudó en tomarse algunas licencias más allá de sus funciones, como afirmó el compañero de ABC, Alberto García Reyes, en un artículo publicado el 18/3/06. Sea como fuera la tensión fue aumentando hasta llegar a suspender alguno de los espectáculos programados en la gira Flamenco USA. La excusa fue que se había extraviado el equipaje y no aceptaban bailar con otra indumentaria como hicieron los demás intérpretes.

Lo peor es que todas están circunstancias precipitaron la firma de la prórroga del contrato, y entonces se decidió dar un período vacacional a la cuestión. Todo parece indicar que Cristina Hoyos se negaba a la rúbrica si no se atendía a sus condiciones, por cuanto ya sonaban nombres de sustitutos, como el de Mario Maya. En un comunicado, Alberto Bandrés quitaba hierro al asunto desmintiendo cualquier polémica. Pero el tema ha trascendido y mucho, llenando los rotativos sevillanos. Po su parte, la bailaora ha evidenciado su «desencuentro» con el director.