El proyecto del puerto de Cádiz sigue la estela de las grandes obras marítimas del país
Ciudades como Barcelona, Bilbao, Castellón o Ceuta han recuperado terrenos y edificios portuarios para convertirlos en bulevares metropolitanos o centros comerciales La gran dificultad de la capital gaditana es la limitación de espacio que complica su expansión hacia zonas no urbanas
Actualizado: GuardarCuarenta y seis puertos y 28 autoridades portuarias conforman un vasto patrimonio de infraestructuras marítimas y náuticas de gran valor económico y social para las ciudades donde se inscriben. La red de instalaciones portuarias se extiende de este a oeste y de norte a sur de la geografía nacional en respuesta al creciente tráfico de marina mercante que marca el transporte internacional y para atender la demanda, cada vez más extendida, de deportes de recreo ligados al mar.
Sin embargo, dada su naturaleza como indudables motores económicos y sociales de la ciudades de mar, los puertos han sufrido una ascendente presión urbana generada en parte por su poder de atracción de actividades comerciales e industriales, pero también por el desarrollo urbanístico que ha colmado, en ocasiones, los espacios disponibles a lo largo del litoral. Esta doble tendencia de concentración de la vida ciudadana en torno al mar ha llegado a acorralar los espacios portuarios prácticamente hasta la asfixia, de forma que el binomio puerto-ciudad pierde su sentido por una doble razón: el movimiento de cargas pesadas y contenedores rompe la estética urbana y genera una actividad industrial incompatible con el entorno e impropia de áreas habitadas; y, por su parte, el cerco sobre estas infraestructuras y su constante crecimiento han provocado que carezcan de terreno suficiente, así como de las condiciones favorables para su desarrollo.
Integración o cesión
Este problema, detectado en Cádiz en los últimos años, ha llevado a las autoridades portuarias del país a emprender expansiones alejadas del corazón metropolitano y se han creado puertos exteriores como los de Barcelona, Bilbao o el proyectado en La Coruña. La emigración a la periferia ha provocado la decadencia y el deterioro de instalaciones como almacenes, avenidas o dársenas tras perder su utilidad.
La tendencia natural, por ello, ha sido su integración total o parcial, y en ocasiones su cesión a la ciudad para ser rehabilitadas para uso terciario, normalmente, como centros comerciales y de ocio, o espacios deportivos o culturales. Modelos como el Maremagnum de Barcelona, El Muelle de Las Palmas, el futuro casino castellonense, el Guggenheim o la biblioteca de la Universidad de Deusto y hasta el helipuerto de Ceuta.
Éste es el camino que quiere emprender ahora el puerto gaditano para mantener su crecimiento en movimiento de mercancías y para evitar el descenso de cruceristas y pasajeros sufrido en el último año. Sin embargo, la casi absoluta ausencia de zonas de expansión en todo el litoral de la provincia ha limitado las posibilidades de desarrollo a la Bahía y sólo a través de un relleno de suelo que proyecta realizarse en la zona que hoy ocupan los muelles Duque de Alba en el espigón de los astilleros. 500.000 nuevos metros cuadrados que crearían el quinto muelle en la ciudad, permitirían reorganizar la actividad portuaria y generarían la posibilidad de abrir el Muelle Ciudad para uso metropolitano.