«Era como una gran feria. La gran fiesta de las motos»
Actualizado: GuardarEstaba impaciente por llegar a Jerez y mezclarme con la multitud. Empezar a vivir el Gran Premio desde sus mismas entrañas. Pero tenía que esperar a mis compañeros de Murcia, así que aproveché para dar rienda suelta a otra de mis grandes pasiones: la fotografía. Me paseé por El Bosque buscando estampas hermosas, aunque no tuve que andar mucho porque la belleza del pueblo me sedujo de inmediato. Ahí se acabó la tranquilidad. Llegaron mis compañeros con cara de cansados tras su viaje desde Murcia y nos dirigimos de inmediato al circuito a ver las primeras pruebas a nivel profesional de mi vida. Lo primero que me sorprendió fue el enorme ruido que retumba en todo el circuito y sus alrededores. Era como una gran feria. La gran fiesta de las motos. Sólo se hablaba de máquinas. Parecía una segunda casa. Al mediodía pude hacer realidad otro capricho: comer pescaíto frito en El Puerto. Se estaba bien, más tranquilo que otros años, según me comentaron. Luego, la fiesta siguió hasta la noche.