Sociedad

«Me llaman anacrónico»

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Son menos difíciles de encontrar que los sin tele, pero, a diferencia de estos, cada vez hay menos. Actualmente, el 27% de los hogares del país carecen de móviles activos y engrosan el club de los inmovilizados.

IGNACIO ZULAIKA

53 años. Comerciante

«He tenido broncas en casa»

A Ignacio su resistencia numantina a adquirir un móvil le ha costado «alguna que otra bronca familiar». «A veces, mi hijo el mediano o mi mujer me riñen: que si no estoy localizable, que si querían haberme dicho algo, que si no quiero tener móvil pero que luego uso el de los demás », recita de carrerilla, como si fuese un salmo que ha repetido muchas veces. Y no sólo le leen la cartilla sus familiares. Los amigos también se suman a la campaña pro móvil. «¿Si es que yo no quiero ni convencer ni que me convenzan!», pide a gritos este comerciante, que regenta una tienda de deportes .

Para aguantar la presión, tiene que tener un buen motivo para no tener móvil, ¿no? «Pues que no quiero ser esclavo de él -dice tajante-. Creo que las personas nos buscamos cada vez más dependencias, y a mí eso no me va. Si la Humanidad ha estado miles de años sin móviles, no veo qué necesidad tengo yo de tener uno ¿si es que no lo necesito!». Es más, señala que no le supone ningún problema ir a llamar a un bar o buscar una cabina si tiene necesidad. «Y no pasa nada, oye», argumenta con vehemencia. Él es apasionado en sus explicaciones, pero, según asegura, quienes tratan de hacerle caer en las garras de la telefonía móvil son aún más «febriles». «Es que parece que les va la vida en ello. A veces, de broma, me llaman anacrónico, como si yo fuese el Cid o algo así», clama Ignacio, que se arma de «mucha paciencia» para aguantar esos envites pro movilísticos.

Pero sus grandes dosis de calma se esfuman cuando habla de la cacareada utilidad de los aparatitos: «A ver, que casi todas las llamadas que se hacen son para tonterías. Flirtear, controlar a alguien, decir lo que se está viendo en ese momento, -'oye que estoy delante de El Peine de los Vientos, qué bonito- para los amoríos, los mosqueos », enumera Ignacio, que explica su personal taxonomía de las llamadas inútiles. En ocasiones, confiesa, ha llegado a pasar vergüenza ajena cuando ha oído «conversaciones íntimas» y «broncas» de personas que iban con su móvil por la calle como si nadie les escuchase. «Algunos no tienen ningún pudor -señala-. Y yo no quiero ser así».

MARI CARMEN CRUZ

45 años. Ama de casa

«No se utiliza para cosas necesarias»

Dice ser «sólo una feliz ama de casa», pero, en realidad, Mari Carmen es una computadora humana. Sus razonamientos para descartar el uso del móvil están trufados de cifras, porcentajes y reseñas de prensa. «Según un estudio que han hecho en Inglaterra, casi el 42% de los usuarios usan el móvil para coquetear y lograr una cita, el 20%, para normalizarla, y el resto para romper total, se hacen al día 30 millones de llamadas diarias en el mundo, lo que supone que cada persona recibe una media de cinco ¿es una barbaridad! ¿Y no se utiliza para cosas necesarias!», se horroriza. Por eso, cuando sus familiares amenazan con regalarle un móvil, les dice «con toda la educación del mundo» que de eso nada, que no le ve «la gracia ni la utilidad». Ella, al igual que Ignacio, asegura no necesitarlo y no querer entrar en esa maraña de llamadas, politonos, SMS, tarjetas, baterías de litio, cargadores y demás parafernalia en la que se ha enredado la mayor parte de la población «en muy poco tiempo».

«Lo considero un fenómeno social, y no quiero sumarme», destaca Mari Carmen, quien tampoco quiere imponer sus criterios dictatorialmente. La prueba es que su hijo mayor, que tiene 19 años, tiene móvil. Sin embargo, su hija, que ya ha cumplido 14, carece de él y, aunque lo pide con insistencia, comprende la negativa de sus padres. «Me parece que es muy joven para tener uno. Además, leí en algún sitio que los psicólogos no creen que los chavales menores de 16 años estén preparados emocionalmente para tener móvil», informa Mari Carmen. ¿Quién puede convencer a una madre cuyos argumentos están apuntalados en un montón de datos?