La voz de las víctimas
Actualizado: GuardarLas organizaciones representativas de las vÌctimas de ETA hicieron público ayer un comunicado de especial relevancia para propiciar el amplio consenso que se requiere por parte del conjunto de la sociedad para que las instituciones puedan afrontar el final del terrorismo con la seguridad y el respaldo que tan delicada tarea precisa. Hay que reseñar el esfuerzo que implica para las vÌctimas sobrellevar su dolor y mostrar semejante sentido de responsabilidad y de compromiso con el futuro del País Vasco y de el conjunto de España. Las víctimas son la memoria, el testimonio vivo de la violencia asesina, los testigos de un envilecimiento que ya dura demasiados años. Y como tales constituyen un legado moral sin el cual será difícil que la sociedad, llegado el momento, pueda evaluar en qué condiciones y de qué naturaleza es la paz a la que accederemos. Porque las víctimas nos recuerdan permanentemente que no existe paz sin justicia. Y por mucho que ETA apele a ella, incluso antes de dejar las armas, no hay más justicia que la representada por el Estado de Derecho. No existe otra vía para restañar heridas y superar el daño causado que la que pasa por asumir el mal producido, demostrar arrepentimiento y pedir perdón. Sólo con esta reparación moral se podría llegar, algún día, a hablar, incluso, de reconciliación. Pero los únicos legitimados para ello son quienes atesoran la memoria directa, íntima y lacerante de las víctimas. Y ayer mostraron, una vez más, su generosidad para con una sociedad a la que ya han entregado jirones de su vida.