La Gendarmería encuentra 700 kilos de explosivos de ETA en una granja
El arsenal fue hallado de manera fortuita por un agricultor, alcalde de una localidad próxima
Actualizado: GuardarLa Gendarmería gala localizó ayer en una granja del Departamento de Lot (sur de Francia) un arsenal compuesto por alrededor de 700 kilos de explosivos, además de detonadores, temporizadores y material necesario para fabricar bombas. Los expertos de las fuerzas de Seguridad consideran que se trata de material de ETA ya que algunos de los productos son idénticos a los robados por la organización terrorista el pasado mes de diciembre en una fábrica de Francia.
El hallazgo fue realizado de manera fortuita por el propietario de una granja de Gramat, localidad de la que también es alcalde. El agricultor se dirigió por la mañana a un hangar y allí descubrió una docena de botellas de agua de un litro de capacidad que habían sido rellenadas con un polvo que no pudo identificar. Entonces telefoneó a la Gendarmería, al resultarle sospechosos aquellos objetos.
Los expertos de la Policía gala examinaron el hangar y entonces descubrieron otros recipientes, así como una serie de bolsas semiocultas en la granja. Según los primeros análisis -el local continúa siendo inspeccionado por los gendarmes-, en el zulo improvisado había también nitratos y productos de fabricación industrial para elaborar cloratita, así como temporizadores y detonadores. En las botellas había polvo de aluminio, el material que utiliza la banda para fabricar amonal. El pasado 22 de diciembre, un comando de ETA compuesto por dos hombres y una mujer asaltó la empresa Radium Bronze en la localidad gala de Heudebouville y robó un total de 1.290 kilos de esta sustancia.
La granja donde se produjo la localización de los explosivos se encuentra en las inmediaciones del lugar donde el pasado día 5 dos miembros de ETA asaltaron a una pareja de gendarmes. Los terroristas, tras robarles las armas, los uniformes y los aparatos de radio, les dejaron atados y amordazados en una explotación agrícola. Unas horas más tarde consiguieron liberarse y pedir ayuda. Los dos miembros de las fuerzas de Seguridad galas pertenecían a un grupo especial dedicado a la protección de un centro de experimentación con explosivos y armamento del que el Ejército francés dispone en las cercanías del lugar del asalto. En un primer momento, los responsables de la lucha antiterrorista trabajaron con la hipótesis de que los etarras estaban realizando labores de información para calibrar la posibilidad de realizar un atraco y robar material para fabricar bombas.
Cita con etarras
La localización de más de media tonelada de explosivos arroja nueva luz sobre el incidente. La policía sospecha ahora que los activistas se encontraban en la zona para mantener una cita con otros terroristas y entregarles el material o, quizás, para recibirlo. La llegada de los gendarmes alteró todos sus planes, por lo que se vieron obligados a esconder el material de manera precipitada y a darse a la fuga. Las fuerzas de Seguridad no descartan que la banda diese por perdido el arsenal al valorar que, tras el rastreo emprendido por los gendarmes, el material ya estaba quemado.