Dinamarca retira a su embajador de Pakistán ante las violentas protestas

Las violentas manifestaciones registradas en los últimos días en Pakistán han conducido a Dinamarca a retirar temporalmente a su embajador en el país asiático, Bengt Wigotski, dos días después del cierre de su Consulado. «Bajo las actuales condiciones no puede desempeñar su trabajo», informó el Ministerio de Exteriores.

El Gobierno de Copenhague cerró el pasado viernes su representación diplomática en Islamabad por los violentos incidentes registrados durante la semana pasada en protesta por las caricaturas de Mahoma publicadas por el diario Jyllands-Posten. Sin embargo, su embajador permanecía en ese país a la espera de que la situación mejorara, pero no ha hecho sino recrudecerse.

Horas después del cierre de la Embajada danesa, hace dos días, Pakistán llamó a consultas a su representante en Dinamarca, Javed A. Kureshi, aunque el ministro de Exteriores, Per Stig Moeller, restó importancia al hecho y resaltó la coincidencia de intereses entre ambos países en rebajar la situación y superar el conflicto.

Mientras el Consulado danés permanezca cerrado, será la representación diplomática alemana en Islamabad la que asuma sus tareas. Copenhague también cerró la semana pasada por seguridad sus embajadas en Siria, Irán e Indonesia, al igual que su Consulado en Líbano, debido a las iracundas protestas desencadenadas a raíz de las viñetas.

Por otra parte, Carsten Juste, redactor jefe de Jyllands-Posten -el diario que publicó originalmente las caricaturas- negó que hubieran insertado los comunicados de disculpas al mundo islámico que ayer reprodujeron tres periódicos saudíes. Según estos anuncios, el rotativo pedía perdón por la polémica surgida y condenaba cualquier iniciativa que atacase a grupos religiosos o étnicos para eliminar malentendidos.

«No sé nada de esos anuncios, Jyllands-Posten no está detrás de ellos», afirmó Juste, quien recordó que el diario ya había publicado hace tres semanas en su página web un comunicado en el que lamentaba haber ofendido a la comunidad musulmana.

Séptimo día consecutivo

Tampoco ayer cesó la ola de violencia que invade los países de culto islámico desde hace ya más de quince días por la publicación de las caricaturas de Mahoma. Pakistán es, sin duda, el país que concentró el mayor número de protestas, aunque no el único. Cientos de personas que protestaban por las polémicas viñetas saquearon una iglesia y le prendieron fuego en el sur de país. Al parecer, también querían denunciar la quema de un ejemplar del libro sagrado del islam, el Corán. Y en Islamabad, la Policía paquistaní reprimió con disparos y gas lacrimógeno una manifestación prohibida contra la publicación de las caricaturas.

En un intento por frenar estas masivas protestas, que se repitieron ayer por séptimo día consecutivo, 140 legisladores federales y líderes radicales islámicos fueron arrestados en tres ciudades del país.

Pero las continuas manifestaciones también se extendieron por otros lugares. En Estambul, decenas de miles de personas se concentraron para denunciar las caricaturas, en una marcha en la que corearon lemas en contra de Dinamarca, Israel y Estados Unidos. En otra protesta, esta vez en Yakarta, alrededor de 400 personas acudieron ante la Embajada de Estados Unidos para mostrar su ira, mediante el lanzamiento de huevos, piedras y tomates, por la reproducción de las viñetas de la discordia.