PAN Y CIRCO

Pau Gasol

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El recuerdo más entrañable que tengo de la NBA data de no sé cuantos años. No es otro que el fichaje de Fernando Martín por Portland Trail Blazers. Reconozco que ese día me enteré de dónde estaba Portland y que lo de los Trail Blazers era el nombre de la franquicia. Ahora no es que sea un entendido pero al menos me defiendo bien hablando de la liga estadounidense de baloncesto pese a mi pésimo nivel de inglés. La muerte de Fernando Martín el 3 de diciembre de 1989 me impactó mucho por lo que había significado tanto para el basket nacional como internacional.

En un tiempo le perdí un poco el rumbo a la NBA. Me daba un poco de coraje comprobar cómo por una simple, pero poderosa, razón de poder, los americanos podían llevarse al jugador que quisieran como también sucedió con Drazen Petrovic, que tuvo el mismo triste y desgraciado final que Martín. Sólo el paso del tiempo me hizo comprender que lo normal era que pasara eso, ya no por una razón de dinero, sino de prestigio profesional. Es indudable que no es lo mismo jugar en la NBA que en el baloncesto FIBA, pese a que haya habido excepciones como la reciente de Fran Vázquez. A todo ello me enseñó el fichaje de Pau Gasol. Su enorme valía me hizo ver que sería un enorme lujo para el baloncesto español que el jugador de Sant Boi fuese elegido en el draft y, posteriormente, formase parte de alguno de esos equipos (perdón franquicia). Y el tiempo me ha dado la razón porque no hay casos similares en el baloncesto español. El más parecido ha sido el de Raúl López, aunque más que Raúl López parecía Mario Silva (porque estuvo más tiempo de suplente). El domingo, por increíble que parezca, lo voy a ver con los más grandes del universo mundial de la canasta. Todavía no me lo creo. ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que volvamos a disfrutar algo así!