El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, conversa con el cardenal secretario de estado, Angelo Sodano. /EFE
LOS PRÓXIMOS 8 Y 9 DE JULIO

Benedicto XVI podría reunirse con Zapatero en su visita a Valencia

El ministro anuncia que De la Vega volverá al Vaticano tras Semana Santa para ultimar los preparativos de esta visita

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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha dejado hoy abierta la posibilidad de que se produzca una reunión entre el Papa Benedicto XVI y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con ocasión del viaje que realizará el Pontífice a Valencia para la Jornada Mundial de la Familia los próximos 8 y 9 de julio.

Moratinos trató en su reunión con el secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano, y con el secretario de las Relaciones de la Santa Sede con los Estados, monseñor Giovanni Lajolo, varios asuntos relativos al viaje del Pontífice, y subrayó que la idea del Ejecutivo es que el viaje "pueda ser de más alto nivel en España", aunque el objetivo principal se la celebración de la Jornada de la familia.

"Es corriente que cuando el Papa viaja a algún país tiene reuniones de trabajo con los jefes de Estado y presidentes del gobierno, así que imagino que se mantendrá esta práctica", añadió Moratinos, quien confirmó que se realizarán próximas reuniones para acordar estos puntos del viaje. En este sentido, anunció que la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, volverá al Vaticano después de Semana Santa para seguir manteniendo reuniones "en el espíritu y la voluntad de trabajar juntos en un clima positivo".

Moratinos comentó que se ha creado una comisión para la organización del viaje del Papa y puntualizó que si Benedicto XVI accede a viajar a Madrid o al santuario de Javier (Navarra), esa decisión es "una cuestión interna del Vaticano" sobre la que no se ha decidido aún. En cualquier caso, el jefe de la Diplomacia española mostró a sus interlocutores la "satisfacción" del Gobierno si el Pontífice visita otras zonas de España en su primer desplazamiento a nuestro país desde su elección al frente de la Iglesia católica.

Reunión "larga, cordial y positiva"

Moratinos, que se entrevistó durante una hora y veinte minutos con los cardenales Sodano y Lajolo, consideró esta reunión en el Vaticano como "la primera reunión formal de trabajo en este nuevo Pontificado tras la anterior de la vicepresidenta, y que se inscribe en el marco del dialogo y del deseo de trabajar juntos con la Santa Sede".

El ministro definió la reunión como "larga, cordial y positiva" y añadió que "marca la dirección de, aunque manteniendo algunas divergencias de los dos Estados, trabajar de manera constructiva con el pleno respeto de las posiciones y crear un clima de entendimiento y de normalidad en las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno de España". La entrevista en el Vaticano responde para Moratinos a la intención del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de intensificar dos canales: "Entre Estado y Estado", y que "el Vaticano apreció", así como el de "mantener e intensificar el dialogo entre la Conferencia Episcopal Española y las autoridades españolas". Por ello, hizo hincapié en que esta visita "no impide que haya relación y contactos positivos con la CEE".

Respecto a la audiencia no concedida por el Papa, Moratinos comentó que la pidió por "cortesía" y añadió que hay una nota verbal del Vaticano que dice "que no es práctica de este Pontífice recibir a los ministros de Exteriores excepto en casos excepcionales". Pese a ello, el ministro subrayó que se había sentido "muy cómodo, muy bien acogido" y que no tenía sensación de haber sido "tratado mal" durante su estancia en la Santa Sede.

Alianza de Civilizaciones

Moratinos confirmó la voluntad de la Santa Sede de participar y de contribuir de manera muy activa a la Alianza de Civilizaciones y el cardenal Sodano manifestó su voluntad de poder asociarse a los trabajos y actividades. Asimismo, el Vaticano pidió que se le otorgue el estatuto de observador en el Proceso de Barcelona ya que los aspectos del mundo árabe-musulmán preocupan a la Santa Sede. Moratinos se hizo portavoz de esta petición a los demás países europeos y mediterráneos para plantear la posibilidad de que la Santa Sede pueda ser considerada con el estatus de observadora.