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Un 'master' de punta y tacón

La Semana de la Danza ofrece a los alumnos del conservatorio la oportunidad de aprender con los mejores maestros

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La mayoría de las veces, el mejor modo de aprender es observar a quienes de veras saben hacerlo. De nada sirven horas y horas de práctica si nunca se ha contemplado la perfección de los movimientos a poco más de un palmo de distancia.

El bailarín debe ser uno con la música y sus movimientos han de ser limpios y suaves, pero todo eso no se consigue de la noche a la mañana. Bien lo saben los cientos de alumnos del Conservatorio Profesional de Danza de Cádiz que día tras día y año tras año acuden a dejarse los pies, y muchas veces el alma, cada tarde en sus clases.

Conocedor el Conservatorio de que ese esfuerzo merece una recompensa, desde hace seis años se viene celebrando la Semana de la Danza, una oportunidad para que los alumnos gaditanos se codeen con algunos de los mejores bailarines y profesores que tiene el país y puedan ver y aprender de la mejor danza.

Tras la inauguración el pasado lunes de este encuentro por parte del bailaor jerezano Antonio El Pipa, las clases se vienen desarrollando durante toda esta semana en horario de 17 a 21 horas.

Durante estos cinco días, como explica la directora del conservatorio gaditano, Fátima Romero, el objetivo que se han marcado con estas clases magistrales es que «los alumnos amplíen sus conocimientos y los pongan en contacto con profesores de nivel y prestigio».

Así, el conservatorio escoge un plantel de profesionales que en esta sexta edición está formado por Ángela Santos y Julia Estévez -para las clases de danza clásica-, Ana Moya -en los palos flamencos- y Jaquelin M. Becerril -que es la encargada de instruir en bailes modernos como el jazz-funk o el street-jazz-.

Para la directora del Conservatorio de Danza de Cádiz, se ha tenido muy en cuenta a la hora de la selección de los profesores «su trayectoria», valorando especialmente «con qué tipo de alumnos han trabajado más, si con mayores o con pequeños». Un dato fundamental sobre todo a la hora de seleccionar a quienes impartirían las clases a los del grado elemental, como ha sido el caso de la profesora Julia Estévez.

Poder escoger

Junto a la importancia de contar con profesores de nivel que puedan enriquecer la formación de los alumnos, para Romero, es básico que los niños también «puedan ver estilos diferentes de danza».

Sobre todo en el caso de los alumnos de grado elemental -esta VI Semana de la Danza también incluye a los de grado medio- el poder observar «un amplio abanico de posibilidades es fundamental para que puedan ver el estilo artístico que vaya mejor con su personalidad», asegura Fátima Romero.

Un estilo que sin prisa, pero sin pausa, debe definir cada alumno si quieren dedicarse a la danza de forma profesional en cualquiera de sus modalidades. Aunque sea sólo durante una semana, la cantera de bailarines gaditanos tiene una extraordinaria oportunidad de forjar su propia personalidad y, lo que es lo mismo, la de la danza gaditana de un futuro del que ya son protagonistas.