ESPAÑA

Una quiniela poco previsible

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Sólo el presidente del Gobierno sabe qué ministros están en la lista de futuros cesados y cuales se salvarán tras la remodelación. José Luis Rodríguez Zapatero es imprevisible y, hasta ahora, ha sorprendido siempre a sus colaboradores: cada vez que han creído condenado a un dirigente por algún error sonado, éste ha acabado reafirmado en su cargo, cuando no elevado a la categoría de ministro. «Yo no haría quinielas», advierte un destacado miembro de la ejecutiva socialista.

Sin embargo, ministros y relevantes miembros de la dirección del PSOE han hecho ya sus cálculos. Para la mayoría es incuestionable la permanencia de los dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, así como la del ministro de Defensa, José Bono; el titular de Trabajo, Jesús Caldera; la responsable de Sanidad, Elena Salgado; la de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el del Interior, José Antonio Alonso.

La ministra de Agricultura, Elena Salgado, también cuenta con un amplio respaldo interno a pesar de haber entrado con mal pie en el departamento. Pocos creen que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, deba abandonar el cargo para encabezar la lista de Málaga en las municipales de 2007.