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El gol del chileno Mark González quiebra la mala racha de la Real Sociedad

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La Real Sociedad demostró ayerque ha hecho bien sus deberes en el mercado invernal y consiguió un valioso triunfo que le otorga la primera victoria en 2006, tras marcar el gol de la victoria su última incorporación, el chileno Mark González, cuando el Mallorca acariciaba el empate.

El público que se dio cita en Anoeta se presentaba muy ilusionado con el inicio de una nueva etapa, con Gonzalo Arconada en el banquillo y un conjunto donostiarra muy reforzado en el mercado invernal con muchas novedades en su once inicial.

El Mallorca, a pesar de ello, fue el que dominó en los primeros minutos ante el desconcierto inicial defensivo blanquiazul, pero los donostiarras no vieron plasmados esos agobios en un marcador desfavorable porque cuenta en sus filas con un eficaz Morten Skoubo en el ataque.

El espigado delantero realista marcó en el minuto 13, cuando más apuros sufría su equipo, un gol de bandera, al recibir un balón largo enviado desde el medio campo por Garrido y, tras una magistral recepción, su remate a la media vuelta desde fuera del área fue de tal precisión que el balón se alojó en la red del Mallorca.

El Mallorca no estaba por la labor de ponérselo fácil a su rival, consciente de que sus opciones de salvación pasaban por vincular también en la lucha por el descenso a los guipuzcoanos, y se le complicó el choque al conjunto de Arconada cuando el debutante Pisculichi, recién llegado en enero a Mallorca, se aprovechaba de un error en las marcas defensiva para batir de tiro raso a Riesgo.

Los realistas salieron en la segunda mitad a por todas. El Mallorca, en este periodo, dominó a una Real a la que le volvió a entrar el miedo a encajar un resultado todavía más adverso del que llevaba, como ha sido frecuente en los dos últimos meses de competición. A falta de cinco minutos para el final y cuando parecía inevitable el empate, llegó el gol del chileno Mark González, que aprovechó un medido servicio de Alonso para empujar a gol y llevar el delirio a la grada.