Irán pide que la Conferencia Islámica responda al «ataque contra el mundo musulmán»
Las protestas por la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en varios periódicos se radicalizan y extienden hacia países asiáticos Los principales gobiernos europeos alertan sobre los límites que debe respetar la libertad de expresión
Actualizado: GuardarLa publicación de las caricaturas del profeta Mahoma en periódicos occidentales ha irritado al mundo musulmán y ha pillado con el paso cambiado a los principales gobiernos europeos. Las protestas se han desplazado al este, a países como Malasia, Pakistán o Irán. Mientras, los dirigentes occidentales comienzan a alertar sobre los límites de la libertad de expresión, al tiempo que uno de los diarios implicados, 'France-Soir', ha criticado la «reacción timorata» de la diplomacia francesa ante las amenazas islamistas.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manuchehr Motaki, pidió ayer una reunión urgente de la Conferencia Islámica para analizar la crisis y cientos de miles de personas se echaron a la calle en Teherán y en el resto del país persa para mostrar su protesta. Como era previsible, el presidente, Mahmud Ahmadineyad, y el ex mandatario Akbar Hashemi Rafsanyani se han unido a las condenas.
También la máxima autoridad chií de Irak, el ayatolá Alí al-Sistani, condenó la publicación de las caricaturas, pero no pidió manifestaciones contra las viñetas, sino que se refirió a los segmentos «equivocados y opresivos» de la comunidad islámica cuyas acciones «proyectan una imagen distorsionada y oscura de la fe de la justicia, el amor y la hermandad».
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró, por su parte, que «las caricaturas del profeta Mahoma son un ataque contra los valores espirituales» y perjudican «los esfuerzos de establecer alianzas entre las civilizaciones cristiana y musulmana». Además, multitud de ciudadanos otomanos se manifestaron por lo que consideran una falta de respeto a los musulmanes. Turquía, candidata a entrar en la UE, se enfrenta a una gran presión de Bruselas para que levante sus restricciones a la libertad de expresión.
Las propias comunidades islámicas europeas también han hecho oír su voz. La Asociación Musulmana Británica afirmó que el diario danés que publicó los dibujos «ignoró por completo» los sentimientos de los musulmanes e indicó que cualquier reproducción de estas imágenes en los medios de comunicación británicos «no haría más que enfurecer a los musulmanes de todo el mundo».
Numerosos incidentes
Tras los incidentes registrados el jueves en los territorios palestinos, el turnó le tocó ayer tanto a los países del centro y este de Asia como a las comunidades musulmanas europeas, en el contexto de la oración de los viernes. El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, expresó su protes- ta por las caricaturas, las cuales, a su juicio, no pueden ser justificadas por la libertad de expresión, y el Parlamento de Islamabad aprobó por unanimidad una resolución de condena.
Aparte, cerca de medio millar de musulmanes se manifestaron pacíficamente en el centro de la capital de Bangladesh, Dhaka, a la salida de las principales mezquitas. «Todo el mundo islámico se siente conmocionado y ultrajado», afirmó ante los manifestantes el líder de la organización islamista Hizbut Tahrir Bangladesh, Mohiuddin Ahmed.
En Indonesia, un grupo de radicales irrumpió en el rascacielos de Yakarta donde se encuentra la Embajada danesa para protestar contra el diario Jyllands-Posten, el primero que publicó las caricaturas, y posteriormente arrancaron la bandera de Dinamarca para prenderla fuego.
Libertad de expresión
En estas circunstancias, la libertad de expresión ha sido traída y llevada a lo largo del día por todos los gobiernos, en particular por los occidentales. El ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, condenó la decisión de algunos rotativos europeos de reproducir los dibujos, un gesto que calificó de «irrespetuoso», y advirtió de que la libertad de expresión no implica «que esté abierta la veda para insultar o actuar de forma incendiaria o gratuita».
Asimismo, el ministro del Interior italiano, Giuseppe Pisanu, pidió que se respeten los símbolos religiosos y denunció «la ligereza» con que se «ataca a los símbolos religiosos del Islam o de cualquier otra fe».