Ariel Sharon, primer ministro israelí, atiende a los periodistas en Jerusalén. REUTERS
este mes cumple 78 años

Sharon cumple un mes en coma con escasas posibilidades de recuperación

El último parte médico del hospital subraya que el estado del primer ministro es "grave pero estable"

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El primer ministro israelí, Ariel Sharon, cumple hoy un mes en coma tras sufrir una hemorragia cerebral masiva. Permanece ingresado en el Departamento de Neurocirugía del hospital universitario Hadassa de Jerusalén.

La decisión de someterle a una gastrostomía (sonda insertada en el estómago) para alimentarle es, según fuentes médicas citadas por la prensa local, el último paso destinado a prepararlo para un posible y prolongado estado de coma.

Antes de que se le practicara la gastrostomía, Sharon era alimentado por medio de una sonda colocada del esófago al estómago, lo que conlleva el riesgo de infecciones y de que el alimento líquido llegue a los pulmones. "Grave pero estable" es el estado del primer ministro, que este mes cumplirá 78 años, según un parte médico del hospital.

Tres intervenciones en muy poco tiempo

El primer ministro y veterano general israelí sufrió las primeras señales de la hemorragia cerebral en su granja "Los sicomoros", situada en el desierto meridional del Néguev, desde donde fue trasladado hasta el Hadassa. En el hospital fue sometido a tres intervenciones para detener hemorragias y la presión en la caja craneana, pero sin que recuperara en ningún momento la consciencia.

Ante ciertos estímulos que le causaron dolor, Sharon respondió con leves movimientos de la mano y un pie, lo que provocó rumores acerca de su posible recuperación. Uno de sus dos hijos trató de despertarlo haciéndole escuchar la voz de su nieto y, según su relato, Sharon movió un párpado, algo que no llegaron a constatar los médicos.

El jefe del Gobierno israelí, desde su primera elección en el 2001, no participará en la campaña electoral de su nuevo Partido Kadima, al que todos los sondeos le dan una holgada victoria en las elecciones parlamentarias del próximo 28 de marzo. Sharon puso las bases de ese grupo de centro en noviembre pasado después de escindirse del bloque nacionalista de derecha Likud, ahora bajo la presidencia del ex primer ministro Benjamín Netanyahu, su histórico rival.

La duda Olmert

De momento se ignora si el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, su más fiel aliado político, y los dirigentes de Kadima, encabezarán la lista electoral con el nombre de Sharon para las cruciales elecciones, que coincidirán con la instalación de un nuevo gobierno palestino en Ramala. Ese gobierno será formado por uno de los candidatos del Movimiento Islámico Hamas, que ganó holgadamente los comicios parlamentarios del pasado 25 de enero en Cisjordania, Gaza y Jerusalén.

Sharon, duramente criticado por sus correligionarios, se escindió del Likud para negociar con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, las futuras fronteras de Israel junto a un estado palestino en Gaza y Cisjordania, según la "Hoja de ruta", el plan del Cuarteto de Madrid -Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia- adoptado por la comunidad internacional.

Si Kadima triunfa en las elecciones, la negociación recaerá en Olmert, uno de los principales defensores de la "desconexión" del territorio palestino de Gaza, en agosto y septiembre pasados, lo que conllevó el desalojo de 8.500 colonos de 21 asentamientos judíos, y otros cuatro de Cisjordania.

La "pregunta del millón" en medios del Gobierno y del Parlamento (Kneset) era qué haría Sharon, que decretó una "guerra sin cuartel contra los terroristas islámicos", cuando se viera en la ANP con un Gobierno encabezado por un primer ministro del Movimiento Hamas.

Olmert, quizá interpretando su voluntad, anticipó a Abás que no negociará con Hamas, a menos que los integristas se desarmen, reconozcan a Israel y renuncien a destruir al Estado judío.