El juez archiva el 'caso Windsor' al no encontrar culpables del incendio
El magistrado confirma que el fuego se inició en un despacho del piso 21 del rascacielos, pero no ve indicios de que fuera intencionado
Actualizado: GuardarEl titular del Juzgado de Instrucción 28 de Madrid, Mariano Ascandoni, decretó ayer el archivo de la investigación que desde hace casi un año sigue para esclarecer las causas del incendió que devoró el 12 de febrero de 2005 el rascacielos Windsor y obligó a demoler sus 32 pisos. El juez cerró ayer el caso en la vía penal porque no ha encontrado culpables del incendio, que sólo causó heridas a varios bomberos al estar el edificio prácticamente vacío.
El auto judicial considera demostrado que el fuego se inició en el despacho 2109 de la planta 21, una dependencia de la consultora Deloitte que desde las 16.00 a las 23.00 horas del 12 de febrero de 2005 estuvo ocupada por una empleada de la compañía, que reconoció que había fumado en la estancia -el último cigarro media hora antes de marcharse-, pero que, según insistió ante el magistrado, apagó siempre las colillas de forma correcta.
También indica que la primera noticia que se tiene del fuego es la activación de la alarma de incendios en la sala de control del sótano a las 23.08 horas. No obstante, considera que «no concurren indicios para poder establecer un engarce casual entre el consumo de cigarrillos y el origen o la propagación del incendio».
Informe perital
El juez Ascandoni sostiene que, a la vista de todos los documentos y peritajes realizados, «no existen indicios respecto a que el incendio pudiera haber sido intencionado». El informe realizado por los peritos señala que no fueron halladas evidencias sobre «la utilización de acelerantes en la combustión en ningún lugar del inmueble».
El instructor no sólo aleja las sospechas de la empleada que fumó poco antes del incendio sino que descarta las responsabilidades penales en el siniestro de los guardias de seguridad del edificio, del personal de mantenimiento y de los bomberos de Madrid, que llegaron nueve minutos después de recibir el aviso. El juez comenta que el tiempo de reacción de los servicios de seguridad del rascacielos tras oír la alarma de incendios fue «adecuado». La exención de responsabilidades penales también alcanza a la empresa que realizaba obras de reforma en el rascacielos en las fechas en que se declaró el fuego.
Mariano Ascandoni dedica varios párrafos del auto judicial al vídeo, grabado desde un edificio cercano, en el que parecen apreciarse luces en el interior de varios despachos y sombras de personas cerca de las ventanas. El juez dice que los peritos han comprobado que el vídeo no está manipulado y que las sombras pueden pertenecer a personas que había dentro del rascacielos en el momento del incendio.
Sin embargo, el magistrado comenta que, «aunque se pudiera admitir la posibilidad de la presencia de personas en el interior del Windsor, no existe evidencia alguna de que ello pudiera haber tenido alguna incidencia en la causación o propagación del incendio».