El testigo y el compromiso
Actualizado: GuardarLa ceremonia de homenaje póstumo a Mariano Peñalver Simó tuvo un prólogo que el propio fallecido habría considerado idóneo. Una veintena de colegas recibió su investidura como doctores de la Universidad de Cádiz.
Con mayoría de representantes de la Facultad de Medicina, la ceremonia ofreció un inusual espacio para un miembro de la Escuela Politécnica del Campo de Gibraltar.
La alegría de los familiares de los nuevos doctores contrastaba con la discreción de la familia del que fuera primer rector, aunque unos y otros encarnan dos fases del mismo camino.
El testigo del compromiso con la docencia universitaria tiene, desde ayer, nuevos depositarios. Todos los que recibían tal honor, y responsabilidad, ante sus seres queridos, firmarían tener una carrera académica como la del profesor Peñalver. En lo personal, en lo institucional y lo técnico ha sido un ejemplo. No debe ser casual que ambos actos coincidieran en el tiempo y el espacio.