Maltrato institucional

El maltrato institucional que sufren nuestros hijos incluye las políticas contra la concesión de la custodia compartida que se siguen en nuestro país. España ha tenido una ocasión de oro para haber promulgado una ley de divorcio que incluya la custodia compartida, como la de algunos países europeos, y haber reducido el negocio jurídico en torno a nuestros hijos y, como consecuencia, su sufrimiento. Pero no ha sido así.

Es maltrato institucional la actitud de los jueces que, sabiendo que estamos ante leyes discriminatorias e injustas, mezclan lo civil y lo penal en procesos de dudosa legalidad, en lugar de dirigir sus plantes y sus críticas al Gobierno, y se enredan en procesos inacabables y en sentencias aberrantes que son un auténtico calvario para nuestros hijos.

También es maltrato la impunidad en la que quedan aquellas personas que denuncian falsamente maltrato o abuso sexual de padres hacia sus hijos para conseguir ventajas en los procesos de separación o por otros motivos, con las consecuencias que ello puede conllevar en forma de dolor para nuestros hijos. Es muy penoso ver cómo fiscales y jueces miran para otro lado y colaboran en esa impunidad, argumentando que no pueden perseguirlos penalmente.

En fin, es maltrato institucional la actitud de un Gobierno que da cobertura a un tipo de ideología totalitaria que permite que el concepto de género se utilice torticeramente como si sólo hubiera un género y como si únicamente los varones de este país tuviéramos que revisar nuestros roles tradicionales permitiendo que se sigan con los ancestrales en cuanto al cuidado de los hijos.

Padres y madres, separados o no, debemos de luchar juntos como lo hicimos sobre la custodia compartida, conscientes de que un debate nacional sobre estos problemas dejará en evidencia los intereses ocultos que impiden que nuestra sociedad evolucione en este sentido.

Antonio Pino Pacheco. Presidente de La Federación Andaluza de Madres y Padres Separados (FASE)