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El colista resta brillo al campeonato de invierno

El Xerez no logra pasar del empate a cero frente al filial del Málaga en una Rosaleda a la que acudieron más de tres mil hinchas azulinos

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El rival, el escenario, y el ánimo del equipo parecían los más propicios para que el Xerez saliera de La Rosaleda con un brillante campeonato de invierno, pero los malaguistas se quedaron con el trapo e impidieron que los xerecistas dejaran reluciente su título honorífico. Tocaba celebrar la impecable trayectoria de los hombres de Lucas Alcaraz durante la primera vuelta. Para ello se trasladaron a la Costa del Sol más de tres mil hinchas azulinos. Pero el Xerez tuvo un día tonto, no acabó de engancharse al encuentro y de alguna manera dejó un sabor agridulce al aficionado que, en caliente, apenas recordaba las alegrías que le ha dado este equipo.

Este sabor rancio, parece aún más intenso porque los peores minutos del conjunto jerezano llegaron en la segunda mitad. El Málaga B se quedó con la posesión del balón y dejó indefenso a los azulinos, que sólo contaron con una ocasión de auténtico peligro en ese periodo. Un gran centro de Ismael fue desaprovechado por Iván Rosado, que cabeceó sobre el cuerpo del portero casi en boca de gol.

Durante los primeros cuarenta y cinco minutos los de Alcaraz sí dieron muestras de su potencial. Se plantaron en La Rosaleda ofreciendo pinceladas de sus principales armas. El perfíl del encuentro se repetía y parecía volverse a leer el guión que tantos puntos le ha dado al Xerez.

Tras la paciencia de los minutos iniciales, los azulinos empezaron a subir marchas e incrementar la velocidad. La presión de los canteranos impedía a Moreno y a Pendín pasar a terreno rival mediante cortas triangulaciones. Además, tampoco era cuestión de desaprovechar la referencia de Geijo. Así que se intentaba buscar al hispanosuizo por el camino corto: balón largo. Álex se ha criado en ese césped. Si hay un equipo al que no sorprenderá, será al filial malgueño. Torrejón le soltó un regalito antes de que se diera la vuelta en el primer balón que toco el punta del Xerez. La motivación, las ganas y la ilusión le restaron efectividad.

A partir del minuto 25, Lucas mandó ir a por el partido. La orden tuvo su efecto, pues llegaron las ocasiones a la portería que defendía Manolo, pero también su consecuencia, pues al separar la líneas, el Málaga intentó con calidad y fantasía salir de la presión defensiva que ofrecía el líder.

La velocidad que se imprimía sobre todo desde el flanco izquierdo, iba in crecento. Ismael lo intentaba con la izquieda y la derecha, pero pocas fueron las veces en las que se acababa con acierto las jugadas.

Mal segundo tiempo

Tras el descanso llegó el turno de los de Lobo Carrasco, que se quedaron con el cuero y cubrieron la retaguardia para no ser sorprendidos por una fulminante contra azulina.

Los cambios del técnico granadino no produjeron el efecto deseado, y tanto a Álex Fernández, como a Iván Rosado y a Guille se les notó faltos de ritmo de competición. Sólo la ocasión del delantero onubense pudo variar el marcador.

El listón está muy alto. El nivel de exigencia ha crecido, y sabe a poco un punto en el campo del colista. Pero teniendo los pies en el suelo y la cabeza fría, habría que valorar seguir sumando una jornada más.