Errores arbitrales
Actualizado: GuardarEl triunfo del equipo amarillo por dos goles a cero en el difícil estadio del Málaga me ha producido el mismo júbilo que al resto de los cadistas y de los gaditanos. Me he alegrado porque esta victoria representa un paso importante para lograr el objetivo de esta temporada -mantenerse en la División de Honor- y porque es un justo premio a los esfuerzos de todos los componentes de la plantilla, de los técnicos e, incluso, de los directivos. He valorado los méritos de los futbolistas que, como han puesto de manifiesto tanto los comentaristas de la prensa local como los de los periódicos de tirada nacional, han alcanzado una considerable altura técnica y estratégica; pero confieso que no siento la misma satisfacción por el error arbitral que dio validez al gol que Medina marcó con la mano. Es cierto que, en otras ocasiones, las equivocaciones de los árbitros han perjudicado a nuestro equipo e, incluso, es posible que, al final de la Liga, se compensen los errores a favor y en contra, pero creo que sería más exigible que, al menos los críticos profesionales, midieran todos fallos con los mismos criterios y con idéntico rigor. Estamos convencidos de que el concepto general del fair play (juego limpio) es no sólo uno de los pilares del fútbol, sino también una pauta orientadora de los comportamientos profesionales, sociales y políticos. Observar las reglas del juego, aplicar el sentido común, colaborar con los compañeros, respetar a los adversarios y obedecer a los árbitros constituyen las condiciones básicas para que el deporte sea una tarea meritoria e, incluso, una actividad placentera. Creemos, además, que la promoción de la deportividad en el terreno de juego puede ayudar a fomentar la compostura en una sociedad que pretende ser justa, imparcial y solidaria. Éstas son, a nuestro juicio, las condiciones mínimas para que podamos reconocer la función del fútbol como vehículo de un mensaje claro y contundente que contribuya a eliminar las plagas que deterioran la convivencia en nuestra sociedad.