Fraga cede a Feijóo el testigo del PP de Galicia y se marcha al Senado
El veterano dirigente reconoce la «necesaria renovación» y pide perdón por las cosas que no ha logrado hacer
Actualizado: GuardarEl presidente fundador del PP y ex presidente de la Xunta, Manuel Fraga, tomará posesión de un escaño en el Senado en el primer pleno que celebrará la Cámara en el nuevo periodo de sesiones, a principios del próximo mes de febrero.
El veterano político se despidió ayer de su tierra gallega y de sus correligionarios del Partido Popular gallego y confirmó su decisión de convertirse en senador por designación del Parlamento de Galicia. Al mismo tiempo, anunció que acudirá a la Cámara Alta con la pretensión de hacer realidad la reforma que lleva defendiendo desde hace bastantes años y que nunca pudo realizar. Para que pueda convertirse en senador, dimitirá en los próximos días de su escaño la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, que presidió el congreso del PP gallego en el que fue elegido presidente y sucesor de Fraga, Alberto Núñez Feijóo.
A expensas de que su partido le rinda un homenaje festivo el próximo mes, los populares gallegos dijeron ayer adiós al político de Villalba con una larguísima ovación y la proyección de un vídeo sobre su vida. Con una serie de imágenes sobre Galicia y con una alocución en gallego, el PP dijo «gracias» a Fraga. El fundador del partido contó con una nutrida presencia de dirigentes que le acompañaron a la larga de su vida política y que se reunieron ayer en el Palacio de Congresos de Santiago. La presencia más llamativa fue la del ex secretario general, Francisco Álvarez Cascos -que asistió con su compañera María Porto-, desde hace años apartado de la política, como le recordó el presidente del partido, Mariano Rajoy.
La ex ministra y ex comisaria europea, Loyola de Palacio, no pudo evitar las lágrimas cuando 'don Manuel' estuvo a punto de echarse a llorar al final de su intervención al expresar ante el congreso su último deseo. «Mi última morada será en Perbes, al lado de mi querida mujer -dijo casi con pucheros- para que lo que quede de mí siga siempre en Galicia».
«Legítima esperanza»
Además, Fraga en su despedida como líder del PPdeG manifestó que tiene «una legítima esperanza» puesta en logros que conseguirá la renovación del partido que él presidió durante 16 años, y reconoció que estos cambios eran «necesarios» porque «es evidente que uno no puede continuar con 83 años y otros lo pueden hacer mejor si las cosas se preparan bien». «Todo se va, todo cae», aseveró al parafrasear a un poeta catalán.
El ex presidente de la Xunta aprovechó su discurso en la clausura del XIII congreso para pedir «perdón a todos por no haber sido capaz de hacer más» a lo largo de sus 55 años de trayectoria política. «Pero intentar se intentó», agregó al solicitar de la militancia popular que olviden sus «errores» porque «todos» los padecen.
Fraga no reparó en elogios para su sucesor, sobre quien dijo que está rodeado de «un equipo brillantísimo» que genera «unas posibilidades extraordinarias de esperanza y de futuro». Asimismo, destacó que la elección del nuevo presidente del PPdeG se ha realizado mediante un congreso que ejemplifica «la democracia interna sin precedentes en este país» y que demuestra la capacidad de las filas populares para «renovarse».
Dentro de este marco democrático, Manuel Fraga censuró a los que pretendieron aprovechar el congreso «con otros fines personalistas» y destacó que ha quedado demostrado «que se equivocaban», mientras que también se evidenció que «la gente votando libremente sabe escoger al mejor y las mejores garantías». Por ello, incidió en que el cónclave de su sucesión constituye «un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas»y apostó por el «éxito» del nuevo líder del PP gallego por su colaboración con Mariano Rajoy.
Trayectoria política
Tras repasar algunos logros de su dilatada trayectoria política, el ex presidente de la Xunta aprovechó para agradecer el ofrecimiento público de la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, para que ocupe su escaño por designación autonómica en el Senado, puesto desde el cual se puso «a disposición de todos». «Son 55 años de trabajos permanentes al servicio de la nación española y del Estado y de especial vocación de servir a nuestra Galicia», resumió Fraga su trayectoria política.
Frente a los logros que destacó de los gobiernos del PP, lamentó que «ahora se habla mucho de muchas cosas, pero se hacen pocas» y reconoció que queda aún «mucho por hacer». Así, subrayó que ante Galicia se presenta «la posibilidad de un nuevo salto adelante» y se comprometió a que su partido cooperará en la reforma estatutaria para reforzar el nivel de autogobierno, pero advirtió de que el PP gallego no contribuirá a «hacer un Estatuto de nación, sino a mejorar» el vigente «dentro de la continuidad y rechazando toda tentación de división». Además, indicó que Galicia no debe hacer mimetismo de los procesos de Cataluña y el País Vasco, pero apeló a «no aceptar de antemano que se nos ponga en una segunda categoría».