El trabajo que no se ve también es necesario
Mirosavljevic se mostró muy luchador arriba en un encuentro donde César Navas no estuvo nada afortunado
Actualizado: GuardarEl partido de ayer de La Rosaleda se presentaba, a priori, muy importante tanto para Mirosavljevic como para César Navas, que tuvieron que verse las caras.
El delantero cadista porque, tras estar bastante tiempo en el punto de mira -llegó a hablarse de su salida del equipo-, el excelente arranque de año le había otorgado la confianza de Víctor Espárrago, y el de Málaga era un encuentro para consolidarse en el once titular.
El central malacitano, porque debía asumir el liderazgo de la zaga tras la ausencia de Fernando Sanz, que presenció la derrota de su equipo desde el banquillo.
La actuación de Nenad a lo largo de los 70 minutos que llegó a disputar fue bastante positiva. A pesar de que no estuvo muy acertado de cara al marco contrario -sólo se le contabilizó un remate-, lo cierto es que trabajó desde el comienzo hasta que fue sustituido por Fleurquin mediada la segunda parte.
Estuvo muy activo de espaldas a portería, se ofrecía constantemente en las jugadas ofensivas de su equipo y se atrevió con un disparo desde fuera del área que se le fue fuera, en parte por la oposición de César Navas, que supo taparle muy bien el hueco.
Muy hábil en la contención, supo aguantar bien el balón arriba y se sumó a las labores defensivas las veces que el Cádiz lo necesitó.
No tuvo su día, por contra, el central madrileño del conjunto blanquiazul. A pesar de su corpulencia, no supo asumir el rol de líder de la defensa y el equipo lo notó de manera considerable. En el primer gol de Medina llegó tarde a la jugada, mientras que en el segundo, propició que le llegara el balón al delantero uruguayo tras resbalar, facilitando el pase de Jonathan Sesma. Realizó un tímido remate de cabeza al saque de una falta que se fue por encima de la meta defendida por Armando y, en parte debido a la situación en el marcador, fue sustituido por el Chengue Morales tras la reanudación.