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El encarecimiento de las hipotecas, el gas y la luz complica la cuesta de enero

Las asociaciones de usuarios de banca creen que esta subida es «preocupante» porque agravará el alto nivel de endeudamiento de los consumidores Las tendencias de consumo han retrasado a septiembre el gran esfuerzo de gastos

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Comienza el Nuevo Año y tras el júbilo del turrón, las deudas vuelven a presidir la mesa familiar. A las corrientes subidas en los servicios y las energías (la luz un 3% y el gas un 5,7%) este año se suma el encarecimiento de las hipotecas tras la última subida del Euribor, el índice europeo, que quedó fijado a finales de año en el 2,783%.

Esta sobrecarga de última hora complicará la superación de la tradicional cuesta de enero, aunque los expertos ya eluden referirse a esta particular temporada de gastos porque estos están cada vez más repartidos a lo largo del año. Es más, la tendencia actual de consumo ha generado que septiembre desbanque a enero en el mayor esfuerzo real de desembolsos del ciudadano, especialmente porque en otoño no hay una paga extraordinaria que amortigüe el impacto de los gastos excepcionales tras el verano, como sí ocurre en el inicio del año gracias a la segunda retribución de diciembre.

Adaptar el presupuesto

Al margen de esta realidad, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios hace hincapié en la importancia de este mes por ser «el primero del aumento de los gastos del año que obliga a modificar el presupuesto familiar». Además, fuentes de este colectivo puntualizan que la actualización de los salarios, que rondará el 3,5% y afectará a 4,6 millones de españoles, siempre se queda por debajo del verdadero encarecimiento de la vida.

Desde Ausbanc consideran que la cuesta actual es «preocupante» por la coincidencia con la revisión al alza de los préstamos inmobiliarios, que agravará el ya alto nivel de endeudamiento.

En esta situación, el colectivo de usuarios de banca apela al uso racional de la tarjeta de crédito para no caer en el despilfarro «compulsivo», y recuerda que ante una deuda, los intereses de los préstamos personales rondan el 7%, la mitad que la mayoría de tarjetas. «Es una buena herramienta para no llevar dinero en efectivo -señalan desde Ausbanc- pero no significa que las compras sean gratis porque al final de mes hay que pagarlas». Un dato corrobora este temor: el 13% de las compras de diciembre y principios de enero y el fraude llega a alcanzar en estas fechas los 20 millones.