HABLA LA MADRE y MUJER DE LAS VÍCTIMAS DEL INCENDIO DE ROTA

«Que ninguno se libre de la cárcel por loco, que yo soy la única loca de dolor»

La familia de las víctimas del incendio de Rota exigen una « larga condena» para los cuatro militares apresados como presuntos autores del fuego

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Nieves tiene tan sólo 21 años. El pasado 11 de septiembre, la candidez de su pueril rostro se tornó trágicamente en una intensa expresión de agonía que aún hoy se refleja en sus ojos. «Jamás voy a ser capaz de olvidar» afirma con contundencia. Nieves Bermúdez perdió a su esposo y a su hija, de sólo 11 meses, en el incendio del Bloque Blanco de Rota. Un fuego que, según fuentes policiales, fue provocado y por el que el pasado lunes fueron detenidos cuatro militares presuntamente implicados.

«Tan sólo pido que les caiga una larga condena y que ninguno se libre de la cárcel por loco, que yo soy la única que está verdaderamente loca de dolor y pena» exclama la joven viuda al conocer que uno de los implicados sufre problemas psicológicos.

«Nosotros sabíamos que eran de la Base porque una testigo se cruzó en las escaleras del bloque con uno de ellos el día del incendio» comenta Nieves. «Hemos escuchado que estos militares prendieron fuego para vengarse de un chaval que no era de estos pisos pero que se escondió aquí» explica la joven haciéndose eco de unos insistentes rumores que recorren la zona del Bloque Blanco de Rota tras las detenciones.

Nieves tiene la mirada ausente y lágrimas en los ojos. Confiesa que la detención de estos militares le reconforta «porque sé que los culpables van a pagar lo que han hecho» pero que no alivia su dolor. Vestida de riguroso luto desde el día que perdió a su marido y a su hija, esta joven roteña explica que «es una experiencia demasiado fuerte y no podré superarla, a veces estoy algo mejor, a veces peor, pero no puedo olvidar».

Desde el día del incendio, Nieves no pasa sola ni un sólo instante. Sus padres y sus cinco hermanos se han volcado en ella. «Tengo que dormir en la cama con mi madre porque lo paso muy mal por las noches y siempre me levanto con miedo a que alguien me haga algo o metan fuego» agrega Nieves.

El sufrimiento de esta joven es también el dolor de una gran y unida familia que intenta sobreponerse a la desolación de dos importantes pérdidas que ha cambiado sus vidas.«Ya nada volverá a ser cómo antes, a Juan lo queríamos muchísimo porque era un hombre muy bueno y ni qué decir a la niña» explica entre suspiros Ana, una de las hermanas de Nieves.« Sólo pedimos que no nos relacionen más con asuntos de drogas y que nos dejen vivir en paz» suplica Juana, la madre de Nieves, una mujer que ha visto como la juventud de su hija se apagaba entre las llamas de un trágico incendio.