«Mi locura es creer que la tele sirve para algo más que para hacer basura»
'El Loco de la Colina' regresa el martes (22.00 horas) a La Primera con sus personales entrevistas
Actualizado: GuardarCon cierta sensación de miedo, como siempre que se embarca en un nuevo proyecto, Jesús Quintero, regresa este martes a TVE. El loco de la colina de esta nueva etapa promete ser escéptico y apasionado, pero, sobre todo, diferente.
-¿Qué tiene Televisión Española que no tenga Canal Sur?
-Televisión Española es mi casa, ahí nací con El Loco de la Colina y El Perro Verde. Y Canal Sur es mi hogar. Fui feliz haciendo el programa en Andalucía para mi gente, pero todo creador aspira a enseñar lo que hace al mayor número de personas. Además, no me he ido, sólo he ensanchado el territorio. La colina está en el Guadalquivir de las estrellas. Aquí trabajo, aquí vivo, aquí creo. Mi locura es andaluza, andaluza y universal. Es hermoso que el programa se emita en el Canal Internacional de Televisión Española.
-Usted dijo que se sentía muy cómodo hablando para los andaluces, «porque nos entendemos». ¿Qué ha pasado, que ahora habla otro idioma?
-Con ese idioma he hecho programas en Argentina, en Uruguay, en Miami, en los canales hispanos de América. Mi antena siempre fue la Giralda. Ahora también.
-¿Qué ha ocurrido en Televisión Española para su vuelta? ¿Le han levantado la veda?
-Es verdad. No vuelvo desde El Loco de la Colina y El Perro Verde. Siempre había una voz que decía «Quintero, no». Dice Tarantino que de todo lo que ha hecho en su vida de lo que más orgulloso está es de no haberse dado por vencido.
-Regresa en plena cuesta de enero, ¿eso implica que le han pillado los saldos?
-Siempre he buscado lo mejor. Nunca fui de saldos. Me gusta enero porque el espectador está más tranquilo después del apocalipsis navideño.
-Retorna El Loco de la Colina en un tiempo en que se echa de menos la cordura. ¿Es que usted quiere echar más leña al fuego?
-Decía Chesterton que el loco lo pierde todo menos la razón. Mi locura es otra. Mi locura es creer que la televisión sirve para algo más que para producir basura.
-Usted dijo en cierta ocasión que no estaría dispuesto a colaborar en la idiotización del ser humano ni movería un dedo para que la gente fuera superficial, pero, ¿y si estuviera en juego la audiencia de su programa?
-Por la audiencia, todo. Las mejores ideas, las mejores entrevistas, la mejor música, la mejor escenografía. Todo menos bajar el listón. Entonces me marcharía.
«De todos he aprendido»
-¿Se considera un comunicador de élite?
-Sí, porque no hablo para la multitud. La multitud es mentira y por eso sólo la mueve la mentira. Yo hablo de boca a boca, hablo a una sola persona. El que se considere élite es un bobo insoportable que seguro que aburre a las ovejas. Yo conozco a uno.
-Usted esperaba con ilusión que los profesionales tuviesen un Consejo Audiovisual nombrado por el Parlamento.
-Confío en que la mediocridad actual pase. Confío en que pase la cacería. Confío en que los programas de televisión no sean una cosa que sale entre dos bloques de publicidad. Eso lo tienen que solucionar los espectadores, los profesionales, el Consejo de los que saben y los directivos. Decía el poeta Pound que un poeta no debía hacerle caso a un crítico que nunca hubiese escrito un buen poema.
-Ha empezado muy fuerte con Rocío Jurado. ¿Va a seguir con el listón tan alto?
-Ojalá. Gracias a la comunicación me he acercado a Reyes, presidentes de Gobierno, premios Nobel, estrellas del espectáculo, pero también a los perros verdes, a los fin de raza. De todos he aprendido algo.