El Rey, persistente
Actualizado: GuardarEl incidente protagonizado por el general Mena ha dado más realce y más eco a la insistencia del Rey en su reiterada evocación del consenso de 1978 y en su persistente demanda de reconciliación y respeto a la Constitución de 1978. En mes y medio, el Monarca ha lanzado por tres veces ese mismo mensaje, con solemnidad y en tono manifiestamente preocupado y bien poco retórico. Es evidente que el Monarca administra con gran sabiduría sus funciones constitucionales, en concreto el arbitraje y la moderación de las instituciones, pero quizá no encuentre la receptividad social que necesita si de verdad quiere que su mensaje cale y se convierta en clara advertencia. Tras el 23-F, el Rey reunió a todos los líderes políticos, recién salidos del secuestro a que fueron sometidos en el Congreso de los Diputados, y de aquella reunión surgió una cierta recuperación del consenso. No cabe, por descontado, sugerir siquiera una ceremonia similar, cuya pertinencia o no sólo a la propia Corona incumbe decidir; sin embargo, y puesto que parece claro que el Rey quiere trasmitir un mensaje que no acaba de calar en stablishment y en la opinión pública, quizá convenga alcanzar una mayor explicitud. Después de todo, somos muchos seguramente quienes creemos que ya es hora de rebajar la tensión y de recuperar los grandes consensos fundacionales.