share o no share

Risto Mejide, el entrevistador «a saco»

El presentador prescinde de preliminares, como Ramsay Bolton con Sansa Stark

Risto Mejide, el entrevistador «a saco»

beatriz manjón

En una de las paredes del Centro Gallego de Arte Contemporáneo, Dora García grabó hace años un luminoso aforismo: «Una buena pregunta debe evitar a toda costa una respuesta» . La falta de certeza como acicate del creador. Su idea de cuestión desafiante poco o nada tiene que ver con la de Risto Mejide , interrogador homeopático, para quien una buena pregunta debe evitar a toda costa más de 140 caracteres. Lo de menos es si es relevante, importa el destello provocador.

«Vamos a empezar a saco ya que te gusta la velocidad, ¿eres gay?», quiso saber de Carlos Sainz hijo, aunque más jugoso habría sido sonsacárselo a Siri. Archisabido es que el mejor interrogante, como el mejor sexo, es el inesperado -por eso los silencios arrancan sustanciales confesiones-, pero ha de venir a cuento. Justificó su curiosidad el publicista con que no había encontrado nada sobre sus novias. Ni sobre sus novios, pero no se interesó por si era heterosexual.

«¿Para ser chef hay que estar gordo?» , inquirió a Chicote, mas para contestarse le hubiera bastado con pensar en el futuro de Pedroche , a quien, por cierto, ya en su día interpeló con un «¿estás gorda?». Risto es un entrevistador precoz que prescinde de preliminares, como Ramsay Bolton con Sansa Stark , y se ampara en la observación wildeana de que la indiscreción está en la réplica. Parece necesitar el publicista ese aquí te pillo, aquí te mato verbal para estar en condiciones de hablar con su invitado .

La telerrealidad ha desplazado a la entrevista como charla íntima más pública, tal vez por ello esté imponiéndose ese estilo de cuestionario directo, simple y agresivo, sin preámbulos. ¡Sin exordio!, clamaría Aguirre . Tampoco se anduvo con rodeos Pepa Bueno con Alejandro Sanz , que pudo haber pedido, c omo Panero a Dragó , permiso para orinar: «¿Cuánto dinero tienes?».

La misma intriga sintió Fallaci con «Baby» Pignatari, claro que no respondió Sanz lo que el playboy: «El suficiente para darme el gustazo de comprar un diario con la única intención de escribir de usted todas las tonterías que usted pretende escribir sobre mi» . Entrevistar también es escuchar respuestas para las que no habíamos formulado preguntas.

Risto Mejide, el entrevistador «a saco»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación