EL APUNTE
Otro paso atrás en un pleno insoportable
Los que decían que los plenos estaban cerrados a los vecinos permiten uno que dura doce horas
Una de las batallas políticas de Podemos y sus grupos cercanos durante el pasado mandato se desarrolló en los plenos del Ayuntamientos. Varios de sus militantes y dirigentes, incluso algún concejal actual, participaron en protestas, usaron turnos de preguntas y clamaron contra la presunta dificultad de los ciudadanos para poder manifestarse en el máximo órgano de decisión municipal, en el parlamento local. El discurso, machacón, era que el PP no dejaba hablar a los vecinos, que les marginaba a los turnos postreros tras sesiones interminables. Poco menos, insinuaban los críticos que la fórmula estaba pensada para aburrir a los que quisieran intervenir, para espantarles y cerrarles la boca.
A pesar de que esos argumentos quedaban desautorizados por un Reglamento Orgánico que contemplaba y respetaba todas las intervenciones ciudadanas, esa oposición presuntamente popular y cercana a Podemos consiguió expandir la idea de que los plenos estaban hechos contra la ciudadanía, a sus espaldas, para callar a cualquiera que quisiera protestar.
Como predicar es, desde siempre, mucho más sencillo que dar trigo, resulta que cuando Podemos tiene la Alcaldía, con Ganar Cádiz en su apoyo y la complicidad del PSOE, las sesiones se vuelven más largas e insoportables que nunca. Los ciudadanos no pueden atender los debates –a no ser que tengan una paciencia bíblica– y para hacer una pregunta tienen que esperar desde las 9 de la mañana hasta la medianoche siguiente. Serán esas las facilidades para que el pueblo se manifieste. Serán esas las fórmulas para fomentar la participación.
Mientras, el equipo de gobierno tuvo que rectificar por enésima vez.La subidad del IBI se quedó en nada. Al contrario, se recorta como defendía el PSOE. Otra vez lo que proponen los socialistas: el gobierno en la sombra.