El adelanto, factor de inestabilidad
Con este panorama la situación política de Andalucía sólo deja a la presidenta dos opciones claras: o pacta con el PP o lo hace con Podemos

Si la decisión del adelanto electoral en Andalucía era la supuesta inestabilidad del Gobierno bipartito las urnas no van deparar una situación política más estable. Al contrario, la irrupción de Podemos y la resistencia del PP alejan cada vez más al PSOE de la holgada mayoría que necesitaría Susana Díaz para gobernar en solitario. Así al menos se desprende de la encuesta de GAD3 publicada ayer por ABC. Según el sondeo, el PSOE sería la primera fuerza, con el 36,4 por ciento de los votos y entre 43 y 46 diputados, o sea, muy lejos de los 55 que otorgan la mayoría absoluta. El PP de Juan Manuel Moreno, que es conocido sólo por 67,5 de los encuestados, resiste más de lo que pudiera esperarse y obtiene el 32,7 por ciento de los votos, tres puntos y siete décimas por debajo de los socialistas, y entre 39 y 42 escaños. Podemos confirma su irrupción, con un 13,5 por ciento y entre 15 y 17 diputados e IU cae hasta el 7,1 por ciento y se queda con entre 7 y 9 parlamentarios.
Con este panorama la situación política de Andalucía sólo deja a la presidenta dos opciones claras: o pacta con el PP o lo hace con Podemos. Volver a pactar con Izquierda Unida, retirado Diego Valderas, sería una broma pesada que no garantizaría hoy por hoy la mayoría absoluta. Sé que se trata de una encuesta y que todavía faltan casi dos meses para las elecciones. Pero aún asumiendo el margen de error del sondeo se necesitaría un auténtico terremoto político para aclarar el panorama en uno u otro sentido. De momento a Susana Díaz no le salen las cuentas ni siquiera en el caso de que esperara que las elecciones andaluzas fueran el punto de partida de la recuperación del PSOE. Los datos de la encuesta dan a los socialistas los peores resultados de su historia en Andalucía, tres puntos por debajo de los obtenidos por José Antonio Griñán.
Nada garantiza además que Podemos haya tocado techo ni que el PP, de la mano de la recuperación económica y del mayor grado de conocimiento de su candidato, siga recuperando terreno. El PSOE dispone de un colosal aparato de propaganda para hacer la campaña electoral y no cabe minusvalorarlo. Pero lo cierto es que a la vista de la situación de Andalucía, última de las últimas tras más de treinta y dos años de gobiernos socialistas ininterrumpidos, cada vez resulta más difícil hacer que la gente crea que nuestros males son todos imputables al supuesto enemigo exterior. El adelanto, quien lo diría de una política tan calculadora como Susana Díaz, puede tornarse en una pesadilla.
@aybarrapacheco