«Ma ma»: lejos de la sensiblería, cerca de la sensibilidad
Luis Tosar y Asier Etxeandía abogan por la valiente dirección de Julio Medem
Sin riesgo no hay gloria, se suele decir. Y es en ese pantano de arenas movedizas donde Medem se ha metido con la dirección de «Ma ma», la película protagonizada por Penélope Cruz , Luis Tosar y Asier Etxeandía. Sobre el tapete, los naipes sin marcar que Medem ha arrojado con valentía: un ginecólogo que canta, un hombre al que le pasa de todo, y todo malo, y un tono agridulce que está siempre presente entre la sensibilidad y el exceso de la misma.
Sobre el primer tema, Asier Etxeandía reacciona con viveza: «Me extraña sobremanera que la gente se asombre de que un ginecólogo cante. No sé cómo no entiende que cualquier persona puede tener un hobby en su profesión . Y por cierto, no canto boleros, sino canción ligera. En principio el personaje no cantaba, pero Julio se iluminó y decidió que lo hiciera. Y me pareció bien porque ¿qué son los médicos sino artistas? A mí no me pareció nada arriesgado. No me sorprende porque todo el mundo tiene ocios que no tienen nada que ver con su trabajo».
Tosar también defendía su personaje a capa y espada, un sufridor más en su carrera: « La gente no sabe bien la cantidad de personajes sufridores que tengo yo últimamente . La cosa es hacérmelo pasar mal. En esta película me consideré bendecido porque me alejaba un poco de los papeles estridentes que me dieron en los últimos años. Aquí era un personaje bueno y con las mejores intenciones, pero claro es un hombre que empieza a sufrir desde el minuto uno. Fue un placer porque era un terreno en el que yo no había tenido oportunidad de trabajar y el viaje fue muy placentero».
La frontera de la sensibilidad y el riesgo de la sensiblería, que ha sido muy manejado por la crítica, fue analizado con rigor por el mismo Tosar: «Julio no es muy susceptible de caer en ese campo porque trabaja en un plano de realidad tan personal que no da lugar a eso. Su mundo parte de imágenes que salen del inconsciente y eso lo aleja de la sensiblería que, en el fondo, es un lugar común que pertenece a lo colectivo y no a lo personal . Es por eso estaba muy alejado de lo grandilocuente».
Uno de los momentos más delicados para Etxeandía fue el de dar noticias, nefastas noticias por cierto. El actor señala que lo preparó a conciencia: «Estuve con médicos para que me enseñaran todo lo práctico a la hora de auscultar, cómo tratar al paciente, cómo lo vivían unos y otros, qué tipos de lazos se creaban. Era algo impresionante y maravilloso. Se implicaban lo justo para no salir damnificados ellos, pero también para crear la empatía suficiente con el paciente».
La película pasó de ser proyecto a realidad en muy poco tiempo: un año, algo que resulta sorprendente teniendo en cuenta los problemas que hoy en día tienen los cineastas españoles en llevar a cabo un proyecto. Sin embargo, Tosar daba las claves del supuesto milagro: «Ya pero, claro, es una película con Penélope Cruz . Viajas con un proyecto en el que está Penélope y el mercado internacional se vuelca . Posees una carta de presentación para los compradores internacionales brutal. No tienes que ir a buscar a los compradores, los compradores vienen a ti».
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