«El Clan», el film de Trapero basado en la familia de secuestradores que asesinaba a sus víctimas

El actor argentino Guillermo Francella encarna al personaje del patriarca, un ser frío y calculador que ejerce una dominación total entre los suyos

«El Clan», el film de Trapero basado en la familia de secuestradores que asesinaba a sus víctimas bbcmundo

Carmen De Carlos

La Argentina de los años 80 fue la Argentina de la transición. La dictadura militar (1976-83) formalmente había terminado pero el terrorismo de Estado y el crimen organizado para secuestrar, matar y hacer desaparecer personas, seguía vivo.

En aquella época las familias daban instrucciones a su hijos para que caminaran por las aceras en sentido opuesto al que circulaban los automóviles. Esto les permitía salir corriendo frente a un intento de captura o asalto, episodios que se repetían con frecuencia.

En esos días de democracia de papel , los argentinos amanecieron una mañana con una noticia que hizo temblar los cimientos de una sociedad que llegó a pensar que había visto todo: La familia Puccio había quedado detenida.

El padre, la madre y cuatro de los cinco hijos, estaban acusados de formar una banda de secuestradores cuyas víctimas terminaban, inexorablemente, muertas. Esta es la historia que rememora el cineasta Pablo Trapero en su última cinta: «El Clan», una magnífica película, con el actor Guillermo Francella a la cabeza, que está batiendo récords de taquilla y competirá por el León de Oro en el Festival de Venecia.

Los Puccio, familia de clase media que vivía en Buenos Aires, el barrio residencial de San Isidro , eran conocidos por Alejandro, el hijo que formaba parte del Club de rugby Atlético San Isidro (CASI) .

La participación de este joven en la serie de secuestros comenzó con la captura de Ricardo Manoukian , un amigo del equipo, de 23 años, que confiaba en él. «Alex», como le llamaban en la intimidad, se convirtió en el cebo para atraparle. Lo ocultaron en un cuarto de baño del último piso del chalet donde vivía toda la familia y mientras los chicos hacían los deberes y la madre cocinaba, el secuestrado padecía lo indecible, encapuchado y esposado a unas tuberías.

Una vez que la banda cobró el rescate de 250.000 dólares, el patriarca, Arquímedes y otros miembros de la organización, le mataron de tres balazos en la cabeza.

Este primer secuestro y el desenlace, pese al pago, conmocionó a un país que, prácticamente, estrenaba un Gobierno, el de Raúl Alfonsín, que se resistía a pasar página a las atrocidades cometidas durante un régimen militar que hizo desaparecer a miles de personas y con el que Puccio estaba vinculado.

Por desgracia, aquel secuestro estuvo seguido de , al menos, otros tres, hasta que la policía desarticuló la red familiar cuando «El clan», aún tenía en su poder a Nélida Bollini de Prado, una empresaria que permaneció «presa» un mes largo.

Los compañeros de «Alex» y su novia no podían creer la noticia que ocupaba las portadas de la prensa y se repetía insistentemente en radio y televisión. Los entusiastas del rugby y fans del muchacho, tampoco. Lo defendían a muerte hasta que las evidencias mostraron la cruda realidad.

Trapero cuenta los hechos basado en el expediente judicial, pone en contexto histórico la situación y a la familia al tiempo que retrata al patriarca, Guillermo Francella , como a un ser frío y calculador que ejerce una dominación total entre los suyos (hay una escena en una zapatería que produce escalofríos).

El actor, célebre mundialmente por su papel en la oscarizada «El secreto de sus ojos», de Juan José Campanella , tenía reservado el papel antes de que el propio Arquímedes Puccio se pusiera en contacto con Trapero para contarle su versión. Pero murió antes de que se vieran.

A él y a Alejandro les condenaron a cadena perpetua. Nunca se declararon culpables. Ambos salieron antes por distintos beneficios penitenciarios. Daniel, alias «Maguila», el otro hijo, cumplió tres años de prisión. Cuando revisaron la pena y fueron a detenerle de nuevo había huido. La madre y las dos hijas, Epifanía, Silvia y Adriana, no fueron condenadas.

Guillermo, el pequeño de la familia, aprovechó un viaje con el equipo de rugby para exiliarse en Nueva Zelanda antes de que detuvieran al clan. No podía soportar los gritos de los secuestrados.

«El Clan», el film de Trapero basado en la familia de secuestradores que asesinaba a sus víctimas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación