Jude Law: «No quiero ser el objeto deseo de mis películas»
Law y Jason Statham, complementos de lujo en la película «Espías», protagonizada por Melissa McCarthy
Melissa McCarthy es una de las grandes comediantes trabajando en Hollywood hoy en día, por mucho que Paul Feig se empeñe en reducirla a un estereotipo en la película «Espías». A su lado en el filme aparece el actor Jude Law , el atractivo intérprete británico que se presenta como un convincente espía al más puro estilo James Bond . «Nunca he querido convertirme en el agente secreto más famoso del imperio británico, pero estuve en la lista para interpretarlo durante un tiempo en el pasado y debo reconocer que siempre he admirado este género cinematográfico. Las películas de Bond, las de Harry Palmer y los espías de Michael Caine me fascinan», confiesa. «Espías», dirigida por Paul Feig , es el mejor vehículo cinematográfico para McCarthy, que da rienda suelta a su talento para la comedia. Para equilibrar, en esta caótica aventura de espías aparece el británico Jude Law demostrando por qué estuvo a punto de convertirse en James Bond : «Me encanta este género, y si me dejaran interpretarlo en más ocasiones lo intentaría. Tal vez tenga la oportunidad de hacerlo en el futuro porque yo, como actor, nunca digo nunca, esa es la mejor frase para trabajar en Hollywood», explica.
Law reconoce que la vanidad no juega un papel importante en su carrera : «Trato de encontrar personajes interesantes, no quiero ser el objeto de deseo de las películas que interpreto». Alejándose del protagonismo en filmes como « El Gran Hotel Budapest » o « Back Sea », Law sugiere que ha tomado un rumbo distinto en su carrera y no es precisamente el camino hacia el héroe: "Esta no es una película que se burle del género de los espías, es una cinta de espías con humor. Paul Feig quería que yo interpretara mi personaje de una forma real y que al final la broma se mantuviera porque mi personaje tiene que rendirse a la evidencia de que no es invencible». Jude Law , uno de los hombres más atractivos del cine contemporáneo, confiesa que ha luchado siempre contra su imagen física, batallando por no ser categorizado como hombre objeto: «Cuando eres joven protestas para que te tomen en serio como actor y empiezas a elegir personajes que se salgan de esa tónica para demostrar al mundo que tienes talento».
Estamos en Las Vegas, en Cinema Con , donde Jude Law , como James Dean en los cuarenta, se presenta en la gran pantalla expresando ese coraje crudo y orgánico que nace de los hombres vulnerables. Un hombre icono por quien que se deshacen las mujeres y suspiran muchos hombres: «Supongo que uno triunfa porque tiene suerte y trabaja duro. Yo no trabajo para conseguir fama y fortuna, he vivido demasiadas cosas frente al ojo público y ahora quiero permanecer más tiempo escondido», asegura.
La heroína McCarthy
A su manera, Law representa una nueva forma de entender lo que significan el éxito y la fama en el cine: «Me río de lo que significa ser una celebridad, porque en realidad uno nunca se acostumbra a vivir perseguido», dice con ironía. Law confiesa que la silla más caliente en «Espías» es la del director: « Paul Feig fue quien tuvo que soportar más presión con esta película. Él es un excéntrico, un tipo que se enfrenta a su trabajo con mucha elegancia, un realizador espontáneo a quien siempre le gusta colaborar con los actores».
Lejos quedan los días en que Melissa McCarthy era conocida por su personaje en la serie «Gilmore Girls», Sookie St. James . La sorprendente actriz de « Bridesmaids », por la que consiguió una nominación al Oscar, acaba con los estereotipos de Hollywood. Ella no es una talla cero, ni una dos, ni una cuatro, es una actriz de gran talla capaz de liderar filmes como «The heat» junto a Sandra Bullock o «Identity Thief» con Jason Bateman : «He conseguido aparcar todos mis complejos porque el tamaño de mi cintura no es lo importante, sino conseguir que el público disfrute con mi trabajo», confiesa Melissa, reconociendo que los constantes ataques contra su persona le duelen, pero no le afectan porque así «aprendes a vestir una piel dura», asegura. Estrella, a pesar de los cánones preestablecidos, McCarthy es capaz de desarrollar sus propios proyectos : «Como todas las mujeres, tengo mis momentos buenos y regulares. He tenido ocho millones de tallas diferentes y espero que un día no tenga que pensar en la báscula y me dedique por completo a mi trabajo como actriz».
En «Espías», Melissa interpreta uno de los mejores personajes de su carrera: «Quería hacer una historia con la que el público se pudiera identificar, en la que pudiéramos preguntarnos 'si a mí me reclutaran como espía y me mandaran a una misión, ¿cómo podría reaccionar?'», explica. En el filme, el personaje de McCarthy intenta descubrir qué ha ocurrido con uno de sus compañeros desaparecidos , dejando a un lado sus inseguridades.
«Leí que las mujeres son mejores espías que los hombres porque, por lo general, son mejores al leer señales físicas, ganarse la confianza y utilizar la intuición . Esto es Susan Cooper. No depende de la fuerza, tiene que descifrar las cosas conforme se le presentan. Disfruto trabajando con mujeres, y darles poder, además de que estaba intrigado con la idea de crear un trío de protagonista, compinche y adversario», nos confesó el director Paul Feig. Tratando de salvar a Susan se encuentra otro espía interpretado por Jason Statham , un actor poco acostumbrado a la comedia: «¡Qué te puedo decir!, yo haciendo una película de humor. No se parece a nada de lo que he hecho en el pasado, pero lo disfruté mucho. Las cosas que digo son ridículas y, sin embargo, las digo de forma seria. Si no fuera por Melissa McCarthy, este filme sería absurdo».
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