Basado en hechos reales
El «pequeño Nicolás» americano: la increíble historia detrás de «Atrápame si puedes»
Al ser arrestado con 19 años, Frank William Abagnale ya había defraudado 2,5 millones de dólares y volado gratis más de 250 veces. Se hizo pasar por piloto, médico e incluso agente del FBI
La historia de Francisco Nicolás Gómez , conocido como el «pequeño Nicolás», sacudió la opinión pública hace escasas semanas. Un joven de 20 años había conseguido hacerse pasar presuntamente por miembro del CNI y por representante de la Vicepresidencia del Gobierno, además de infiltrarse en los más altos poderes económicos y políticos de España . No en vano, pocos días después de saltar el escándalo, una atenta cadena de televisión española emitió la película « Atrápame si puedes » dirigida por Steven Spielberg . Las grandes similitudes entre Francisco Nicolás y Frank William Abagnal, el Mozart estadounidense de las estafas que inspiró el guión de la película, no podían pasar inadvertidas para quienes recordaban la cinta de 2002.
Antes de cumplir los diecinueve años de edad, Frank William Abagnale ya había conseguido defraudar 2,5 millones de dólares haciéndose pasar por piloto de aviones, por médico, por abogado y por agente del FBI. Si bien el volumen de dinero estafado por Nicolás -al que varias empresas acusan de exigirles sobornos- no alcanza el de Frank William Abagnale, el modus operandi de ambos era muy parecido y se basaba en hacerse pasar por lo que no eran. Así, al igual que los padres del madrileño, que viven en el barrio obrero de Prosperidad, Abagnale se crió en una familia media de Nueva York . Cuando era poco más que un niño, el neoyorquino comenzó su carrera criminal con distintos fraudes bancarios. Una de sus primeras víctimas fue su padre. Tras engatusar a varios dueños de gasolineras, el joven cargó compras no realizadas en la tarjeta del padre. Después todos se repartieron el dinero.
Falsificar cheques se convirtió rápidamente en la gran especialidad del personaje interpretado en la película por Leonardo Di Caprio . Con la intención de exportar sus actividades ilícitas por otros estados y países, Frank William Abagnale adquirió distintas identidades falsas. Sirviéndose de un uniforme robado y falsificando la identificación, Abagnale fingió ser un piloto de la agencia aérea «Pan Am», bajo el nombre de Frank Taylor, durante dos años.
Igual que parece ocurrir con la historia del «pequeño Nicolás» y sus escarceos con divas de la noche madrileña, también Abagnale se sirvió de sus identidades falsas para engatusar a mujeres . Se dice que la aviación le interesaba más por las azafatas, con las cuales mantuvo diversas relaciones haciéndose pasar por piloto, que por los aviones.
Pero no fue la única profesión que el joven neoyorquino adoptó, Abagnale ejerció ilegalmente también como médico. Bajo la personalidad de Frank Conners, un pediatra de un hospital de Georgia, simuló ser médico durante once meses. Por supuesto, no tenía ninguna noción sobre pediatría y se valió de su labia para ocultar que por poco no sabía ni abrocharse la bata. Sin embargo, cuando no pudo seguir fingiendo y puso en riesgo la vida de un bebé , Abagnale decidió una vez más «reciclarse laboralmente». Como falso abogado obtuvo un diploma de la Universidad de Harvard y pasó el examen de acceso para trabajar en la oficina del fiscal de Luisiana.
Arrestado por el infatigable Tom Hanks
Uno de los elementos más populares de la película de Steven Spielberg son los créditos iniciales que muestran la silueta del joven estafador, vestido como piloto y con otras indumentarias de las profesiones que simuló, perseguido por el agente del FBI que interpreta Tom Hanks, siempre pisándole los talones. También su historia está basada en hechos reales: la del agente Joseph Shea, de quien Abagnale se escapó en repetidas ocasiones hasta que finalmente fue acorralado en Francia, después de que un asistente de «Air France» lo delatase a la policía.
Hasta el momento en el que fue arrestado en 1969, Frank William Abagnale había conseguido defraudar 2,5 millones de dólares y volar gratis hasta 250 veces, durante las que visitó más de 20 países. En ese punto termina la trama de « Atrápame si puedes », cuando es atrapado por Joseph Shea. No obstante, la andadura criminal del joven siguió varios años más, y todavía logró escapar de las autoridades en dos ocasiones -en una de ellas se evadió de la cárcel haciéndose pasar por agente del FBI-.
En total, Abagnale cumplió un año de cárcel en Francia, seis meses en Suecia y fue condenado a otros doce años en un penal norteamericano. Una docena de países reclamó su extradición por delitos cometidos en su suelo. El Gobierno de EE.UU. rechazó estas peticiones y acortó su pena a cinco años a condición de que les ayudara a combatir el fraude, para lo que fundó su empresa «Abagnale y Asociados», con sede en Tulsa, Oklahoma. Una consultora especializada en la detección de fraudes económicos y que está detrás de muchos de los diseños de cheques antirrobo más seguros del mundo. Su colaboración con el FBI se mantiene desde hace más de 35 años, durante los cuales ha impartido clases sobre cómo detectar fraudes bancarios a los mismos agentes que mantuvo más de cinco años en jaque.