Proponen proteger los pantanos de Florida y Luisiana porque el pájaro carpintero más grande de Norteamérica «está vivo»
Oficialmente se le califica como definitivamente o probablemente extinto, pero diez avistamientos no confirmados de forma fehaciente durante los últimos ocho años, han llevado a un grupo de investigadores a solicitar medidas de conservación para la legendaria y esquiva especie
![El picamaderos picomarfil vive en zonas de caimanes, jabalíes y serpientes venenosas, por lo que conseguir pruebas fotográficas indiscutibles podría llevar muchos años](https://s3.abcstatics.com/media/natural/2017/01/30/pajaro-carpintero_xoptimizadax-kX5E--620x349@abc.jpg)
El picamaderos picomarfil ( Campephilus principalis ) se clasifica oficialmente como definitivamente o probablemente extinto. Se trata del pájaro carpintero más grande de Norteamérica y uno de los mayores del mundo. Sin embargo, pese a haber alcanzado el estatus de «legendario», explican desde SEO/BirdLife , «sigue generando avistamientos e investigaciones intensivas sobre su existencia».
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Según un nuevo estudio publicado en la revista Heliyon , el hábitat del picamaderos picomarfil, en los estados de Florida y Luisiana (Estados Unidos) debe protegerse, aunque no haya evidencias definitivas de la existencia de la especie, pues su posible desaparición «está muy ligada a la destrucción a gran escala de su hábitat original», señala la organización en una nota.
Llevaría mucho más tiempo fotografiar a ejemplares de picamaderos picomarfil que a otros pájaros
En la actualidad, los trabajos de conservación de este tipo de especies requieren pruebas fotográficas indiscutibles, que según la investigación, podrían tardar muchos años en obtenerse, y «tal vez para entonces sea demasiado tarde», subrayan. El picamaderos picomarfil vive en vastos bosques pantanosos que son difíciles y peligrosos de acceder: «son zonas de caimanes, jabalíes y serpientes venenosas», añaden desde la ONG. «La espesa vegetación impide ver a unos metros de distancia, lo que supone todo un desafío para realizar la búsqueda de esta especie en un área de más de 100 kilómetros cuadrados», concluyen.
Ahora, y después de diez avistamientos durante una búsqueda que ha durado ocho años, Michael Collins , del Laboratorio Naval de Investigación de EE.UU. y principal autor del trabajo, cree que el picamaderos está vivo y defiende que el pájaro necesita que se le dedique esfuerzos de conservación «ahora», con independencia de que se haya probado su existencia de forma fehaciente.
Los picamaderos son altamente evasivos y desconfían del contacto humano, ocultándose y manteniéndose callados ante el primer signo de amenaza, según ha podido constatar Collins, que asegura que llevaría mucho más tiempo fotografiar a ejemplares de la especie que a otros pájaros norteamericanos igualmente «raros». En el pasado, los avistamientos han llevado a intensos esfuerzos para obtener una foto. Pero además de ser caro e ineficiente, este enfoque podría interferir con las épocas de nidificación de las aves, opina el investigador.