COMUNIDAD DE MADRID
La carretera M-301 ha registrado más de cinco mil atropellos de anfibios desde 2008
Los ecologistas advierten de la posible extinción local del sapo corredor y común, por ejemplo, si no se instalan con urgencia un vallado continuo que habilite pasos subterráneos
La carretera M-301 en San Martín de la Vega (Madrid) presenta, entre los kilómetros 9 y 15, un punto negro donde se han producido más de cinco mil atropellos de anfibios registrados en los últimos seis años, según alerta en una nota WWF .
La organización ha mandado una carta y un informe a la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid para exigir la aplicación de «medidas urgentes» que pongan freno a los siniestros, como el diseño de un vallado permanente y de pasos adecuados para fauna.
Según el documento realizado por WWF, gracias a los datos facilitados por los censos del grupo de Madrid de la ONG, la Asociación Naumanni , Seo-Vanellus , la Asociación Herpetológica Española y Grefa , desde 2008, las poblaciones de anfibios del sureste madrileño se han reducido más de un 50% por los atropellos.
«Probablemente, el número de ejemplares muertos sea mucho mayor de lo que indican los recuentos, por falta de más información», subrayan desde WWF.
La carretera M-301 intercepta las rutas migratorias de los anfibios que necesitan desplazarse desde sus zonas de refugio y alimentación, situadas en la margen este, hacia las de reproducción y cría situadas en la margen oeste. «La M-301 supone una barrera infranqueable para los individuos que tratan de cruzarla durante la época de lluvias: quedan atrapados e inevitablemente mueren atropellados», recuerda la organización.
Extinción local del sapo corredor y común
«El procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental asociado a la construcción de la carretera no contemplaba ni las poblaciones de anfibios presentes en el área ni sus necesidades migratorias», señala WWF como principal problema. Motivo por el cual «no se plantearon las medidas correctoras necesarias».
El vallado de la carretera (3.800 m instalados por la Consejería de Medio Ambiente; 250 m instalados por la Consejería de Transportes; y 1.200 m instalados por voluntarios), «no solucionan el problema», asegura la ONG. Existen discontinuidades en el mismo (roturas, cruces de caminos y accesos a fincas, etc.) por donde los anfibios terminan pasando a la carretera. Y, además, la instalación del vallado debe habilitar, también, pasos subterráneos adecuados para los anfibios, «que realmente necesitan cruzar la carretera para completar su ciclo vital».
«Tras varios años de seguimiento se ha comprobado como los anfibios recorren la valla, durante kilómetros si es necesario, hasta que encuentran una discontinuidad».
A medio plazo, advierten los ecologistas, «si no se toman medidas realmente efectivas que permitan garantizar la permeabilidad de la M-301 pondría ponerse en peligro la supervivencia de las especies de anfibios migratorias, ya que al no poderse reproducirse con normalidad no se estaría garantizando la regeneración de sus poblaciones. En última instancia, la situación podría derivar en la extinción local de las poblaciones de Sapo corredor (Bufo calamita) y Sapo común (Bufo spinosus)», concluye WWF.
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