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Asegurar un eléctrico es un 28% más caro que un coche de gasolina
Uno de cada 100 coches que se compran en España es eléctrico o híbrido
MADRID Actualizado: GuardarFactores medioambientales y económicos están impulsando la proliferación de vehículos eléctricos. Un tipo de coches que, pese a que cada vez cuentan con más adeptos y oferta por parte de los fabricantes, siquen sienbdo una «inmensa minoría» en el parque automovilístico español.
Su elevado precio (la oferta actual parte de no menos de 21.000 euros), la falta de puntos públicos de recarga en las vías urbanas, y la limitación de la autonomía (aunque en la actualidad ya hay coches eléctricos que superan los 300 kilómetros), son algunas de las pegas que siguen pesando más que los beneficios que reportan su menor coste de funcionamiento y, por supuesto, las nulas emisiones de gases.
A favor del coche eléctrico, sobre todo en las ciudades, destaca que la contaminación es un problema creciente que afecta a todo el mundo y cada vez son más las medidas que se toman para intentar controlar las emisiones nocivas, especialmente en urbes como Madrid y Barcelona.
A los cortes de tráfico se suman iniciativas como la ayuda a la utilización de vehículos alimentados por energías alternativas en lugar de combustibles fósiles.
Sin embargo, la incorporación de este tipo de coches al parque móvil español, especialmente en el caso de los automóviles 100 % eléctricos, no se está produciendo al ritmo que cabría esperar. Pese a que, según un estudio de Acierto.com un 69,9 % de los españoles está dispuesto a pagar más por tener un vehículo responsable con el medio ambiente, la realidad es que los coches eléctricos e híbridos enchufables suponen tan sólo un 1,19 % de las ventas totales, según datos proporcionados por el Instituto de Estudios de la Automoción.
En total, en 2015 solo se vendieron 2.000 turismos de estas características en nuestro país. Alemania triplica esta cifra y en Francia es seis veces superior. Entre los países con una mayor penetración de este tipo de vehículos se encuentran Holanda (cuyo número de coches eléctricos multiplica por 50 a los de España) o Noruega, donde casi uno de cada cuatro coches que se venden (un 23,3 %) son de motor eléctrico. Según los datos facilitados por la Asociación de fabricantes (Anfac), la tendencia va en aumento y en 2016 el mercado de los eléctricos ha matriculado 4.746 unidades, aunque aún seguimos muy por debajo de algunos países europeos.
La explicación de una diferencia tan acuciada entre países es compleja, pero las ayudas desde el Estado parecen ser un factor decisivo. A los conductores españoles les costaría más amortizar los gastos derivados de su compra, muy superiores al ahorro que proporcionan durante su vida útil. Las ayudas desde el Ministerio de Economía mediante el Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas (o el Plan MOVEA) tendrán en 2017 un presupuesto de 16,6 millones de euros; el mismo que el año anterior, pese a que España sigue a la cola de Europa en vehículos sostenibles.
Mientras tanto, en Noruega los coches eléctricos están exentos de IVA y en países como Dinamarca es posible incluso ganar dinero a través de un coche eléctrico vendiendo la electricidad sobrante del coche eléctrico en horas en las que el precio por kw es más alto.
Además de la escasez de ayudas, la diferencia de precio de compra de los automóviles eléctricos frente sus homólogos gasolina se extiende también al importe del seguro de coche, tal y como confirman los datos de Acierto.com. En concreto, asegurar un coche eléctrico a todo riesgo sin franquicia puede resultar hasta un 28 % más caro que el mismo modelo de gasolina, para un total de 1750 € más de gasto en seguro durante la vida útil del vehículo. Por este motivo, resulta vital comparar el mayor número de aseguradoras posibles antes de contratar, ya que hay algunas aseguradoras donde la diferencia de precio está por debajo del 10 %.
Según Carlos Brüggemann, cofundador de la empresa comparadora de seguros, es fundamental «comparar los tipos de coberturas de los seguros, pero más aún en el caso de coches eléctricos, que tienen características muy específicas». Por ejemplo, la asistencia en carretera y desde el kilómetro 0 es muy importante, puesto que los coches eléctricos tienen una autonomía limitada y actualmente la red pública de puntos de recarga es todavía muy reducida en España, «por lo que nuestro seguro debe poder responder en cualquier lugar, sin limitación de kilometraje y remolcarnos en caso de quedarnos sin batería», explica Brüggemann.
Asimismo, el servicio técnico debe centrarse en los problemas más relacionados con la batería, la fuente de energía del coche y los tipos de avería que pueda sufrir, no únicamente la descarga. Conforme crece la concienciación por vehículos responsables con el medio ambiente, las aseguradoras responden con nuevos tipos de seguros adaptados a estas necesidades concretas.