Discovery Sport, un Evoque a lo grande

Conjuga como pocos la versatilidad para uso cotidiano con una notable aptitud campo a través. Este moderno Land Rover es, de paso, amplio, muy capaz —hasta siete plazas—, está bien hecho y aún mejor presentado. Ofrece un andar solvente con 190 CV y una conducción placentera con caja automática. Un precio contundente y un gasto no tan favorable como el anunciado, entre sus mayores inconvenientes

Discovery Sport, un Evoque a lo grande

La denominación Discovery es ya un clásico en el catálogo Land Rover . Ahora, sin embargo, va más allá al ofrecer en su última entrega, conocida como Discovery Sport, un producto menos rudo , bastante más moderno —cuenta, por ejemplo, con toda la tecnología de seguridad habitual en el segmento Premium—, refinado y grato de usar sobre asfalto. Sin embargo, mantiene virtudes para afrontar una conduccion offroad exigente , como hemos constantado durante nuestra prueba.

Sobresale por diseño . Y es que el nuevo Land Rover Discovery Sport ya no es cuadrado y aparatoso como el Discovery de antes. Al contrario, es más bajito y fluido, más SUV . Tanto que, en realidad, parece, y mucho, el exitoso Range Rover Evoque , como se aprecia accediendo a esta galería de imágenes , en el carrusel de fotografías sobre estas líneas o en el vídeo adjunto. Sin embargo, y sin que sus medidas se vayan por mucho, ofrece un interior más espacioso que el del Evoque, apto, llegado el caso, para siete pasajeros, gracias a una terera fila esamotable en el maletero, con dos butacas independientes válidas para niños.

Hablando del m aletero , accesible mediante un portón motorizado, es soberbio . También la terminación, por donde se mire, aún a costa de un diseño interior algo sencillo y sin entrar a valorar algún que otro 'grillito' que, sobre todo en firme irregular, liberaba nuestra unidad de pruebas, el tope de gama 2.2 D SD4 HSE Luxury .

Por cierto, éste cuenta con una buena dotación de serie : tapizado de piel , climatizador dual, cuatro elevalunas, llantas de aluminio, volante multifunción... Pero ojo, desde el techo solar a la navegación, o el excelente sistema de audio Meridian Premium se pagan aparte. Lo mismo que la alarma, las lunas traseras sobretintadas o la interesante —por lo voluminoso del coche— cámara de marcha atrás.

Bien sentados

Al volante se viaja «de cine», con una estudiada posición, mandos —de tacto suave y preciso— accesibles y una visibilidad óptima. Acompaña una sonoridad bien amortiguada que completa de maravilla tan sibarita entorno.

También en marcha despliega una pisada de calidad : las suyas no son maneras de turismo, pero no quedan lejos. Es firme pero confortable, teniendo en cuenta su peso y envergadura. De paso, en ciudad se lleva con facilidad gracias a partir de una dirección cómoda pero suficientemente directa y precisa.

Otro acierto del coche es su arquitectura de tracción total. Todos los Discovery Sport, que para hacerse a la idea milita a medio camino entre los Audi Q5 y Q7 , aportan Efficient Driveline de tracción a las cuatro ruedas con mando Terrain Response y 4 modos de conducción , según el tipo de marcha que practiquemos y, sobre todo, el firme que vayamos a superar –barro, nieve, arena, hierba...—

Por último, el propulsor . En plena transición hacia la nueva generación diésel 2.0 Ingenium , ya presente en los Evoque y Jaguar XE —de éste ampliaremos información en unos días a través de una prueba a fondo en esta sección—, analizamos el bloque diésel turbo 2.2 D SD4 de 190 CV asociado al cambio automático ZF de 9 marchas . Con modo S más deportivo y reactivo moviliza al Discovery Sport con destreza. Es más, la solvencia de prestaciones invita a considerar una tara inferior : ni a plena carga se siente remolón, en parte por el buen hacer de una transmisión de primera cortita que emula una reductora en campo. Y el eficaz kick down —pisar a fondo el acelerador para reducir velocidades— le hace ganar reprís con rapidez.

Por lo que toca al gasto , es consecuente —y hasta comedido por el hacer de la caja automática— contemplando su peso y potencial: de 6 a 9 l/100 km de media real según el ritmo que imprimamos, lo llenos que viajemos —por cierto, puede remolcar hasta 2,5 toneladas— o la densidad del tráfico en el que circulemos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación