alcorcón

Una churrera salva la vida a un cliente

El hombre sufrió en el establecimiento un derrame cerebral que le impedía respirar. La mujer le realizó las labores de reanimación cardiopulmonar

s. l.

La dueña de una antigua churrería de Alcorcón, Joaquina, ha salvado la vida de uno de sus clientes habituales cuando este acudió al establecimiento y sufrió un derrame cerebral que no le permitía respirar, mediante una reanimación cardiopulmonar de primeros auxilios.

Eugenio, un hombre de 70 años, fue el pasado domingo a desayunar a la churrería chocolatería San Vicente, como todos los días. Cuando este entró por la puerta, comentó que venía mareado, sudando y que no se encontraba muy bien.

Según ha explicado la dueña de la churrería a Efe, en esta ocasión, en vez de churros y porras, su cliente y también amigo pidió un cruasán y un café. Poco después, Eugenio comenzó a voltear los ojos y a echar espuma por la boca, por lo que Joaquina acudió rápidamente a socorrerle.

Cuando comprobó, poniéndole el dedo debajo de la nariz, que no respiraba, le desabrochó la camisa y comenzó a darle un masaje cardiopulmonar, durante diez minutos, hasta que reaccionó.

Diez minutos de reanimación

Eugenio había sufrido un derrame cerebral «flojo» que se repitió cuando llegó la ambulancia, y además, debido a una gripe, sufre de bronquitis, por lo que no podía respirar: «Estuvimos diez minutos dándole, hasta que llegó la ambulancia, y luego, cuando lo estaban montando, se le volvió a repetir», ha explicado Joaquina.

«En la ambulancia se tiró tres cuartos de hora, en la puerta de la churrería, intentando reanimarle, porque no sabíamos lo que era, y pensábamos que se nos iba», ha agregado. El hombre fue trasladado al Hospital Universitario Fundación Alcorcón , donde «le hicieron las pruebas de rigor» y del que ya ha sido dado de alta.

Según Joaquina, que ha hablado con él por teléfono, «está bastante mejor» y le han mandado a casa porque tiene allí a toda su familia, pero con prescripción médica y bajo vigilancia.

Además, Eugenio tendrá que volver mañana para hacerse varios análisis: «Por lo visto va a ser todo el día a base de pruebas», han asegurado. Joaquina lleva 15 años trabajando en la churrería chocolatería San Vicente, situada en la calle Carballino del municipio madrileño, aunque esta es conocida en el barrio por sus décadas de antigüedad. Esta ha asegurado que, tras «el susto» la doctora del hospital le ha dado las gracias «por ser una buena ciudadana».

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