El protagonista del anuncio de la Lotería de Navidad 2015, Justino, quiere animar a los españoles a comprar algún décimo antes del sorteo del día 22 para que nadie se quede sin el boleto premiado, tal y como le pasó a él en la historia del «spot».

De esta manera Justino ha dejado uno de los populares maniquís de la fábrica en la que trabaja en la administración más popular de España, en Doña Manolita, en Madrid.

«Hay que estar muy atento» porque Justino va a dejar maniquíes en diferentes puntos de la ciudad de Madrid durante esta Navidad, ha indicado la directora de Márketing de Loterías y Apuestas del Estado, Eva Pavo, quien ha asegurado que, ahora, el personaje del corto de animación estará «muy activo», informa EFE.

En esta ocasión, el vigilante nocturno ha elegido Doña Manolita, donde hay una cola «muy larga» para comprar lotería, aunque es posible que un día aparezca un maniquí en las barcas del Parque del Retiro y le tengan que hacer fotos desde lejos.

Eva Pavo ha animado a tratar al maniquí, «con mucho cariño», como hace Justino, acercarse, hacerse fotos e interactuar con él, como han hecho algunos clientes de Doña Manolita.

Esta es una forma de promoción comercial «alegre» para «disfrutar de estas fechas con un juego muy tradicional y muy español, que está enraizado en nuestra cultura» y para que la gente en la calle se divierta con los maniquíes, con Justino y con la historia para el sorteo de esta Navidad, ha señalado.

María Camacho ha posado ante los medios de comunicación con el maniquí, mientras esperaba para acceder a Doña Manolita, adonde ha acudido a comprar catorce décimos para sus compañeros de trabajo de la Fundación Padre Garralda.

Después de una hora y media de cola, ha pasado por la cabeza del maniquí el dinero que le habían confiando sus compañeros con la esperanza de tener suerte y ha asegurado que le ha gustado el anuncio de este año, aunque le entusiasmó más el del año pasado.

También aguardaba pacientemente su turno para comprar lotería Eduardo Calvo, tras una hora de espera, fiel a la «costumbre», aunque no pensaba hacerse fotos con el maniquí.

Tres amigas veían de lejos el maniquí de color blanco, que llevaba la bufanda roja de Justino, y confesaban que les había «encantado» el anuncio de este año.

Las tres mujeres se han desplazado hasta Doña Manolita «por tradición», convencidas de que «con las colas que se forman hay más probabilidades de que toque aquí», escribe Ximena Hessling en Efe.