Juicio al «falso shaolín»: el jurado ya delibera sobre la culpabilidad de Aguilar
El acusado abandonó su pose ausente y siguió con interés las instrucciones del juez a las nueve personas que emitirán un veredicto
«Lo que tienen que hacer es ponerse manos a la obra en cuanto salgan de aquí». Así concluyó el juez Manuel Ayo la breve exposición dirigida al jurado popular este mediodía, en la Audiencia Provincial de Vizcaya, donde se celebra el juicio a Juan Carlos Aguilar, el «falso shaolín» , presunto autor de los asesinatos con alevosía en 2003 de Jenny Sofía Rebollo y Maureen Ada Otuya. Dos crímenes que el propio acusado reconoció en la primera jornada de la vista oral, el pasado viernes.
Ahora la suerte del shaolín está en manos del jurado, que recibidas las instrucciones, debe deliberar para alcanzar un veredicto de culpabilidad o no culpabilidad en ambos crímenes. Se espera que ese veredicto se dé a conocer entre hoy y mañana.
Este jueves el juez proporcionó a los cinco hombres y cuatro mujeres sobre los que recae esta tarea una serie de pautas, más allá de las instrucciones pertinentes para redactar el acta, que les fueron entregadas por escrito, así como el objeto del veredicto. Les recordó que Aguilar es inocente mientras no se demuestre lo contrario, aunque deben partir de un «hecho innegable»: que el shaolín admitió una serie de hechos, incluidos los dos asesinatos, a preguntas del Ministerio Fiscal. Subrayó, en cualquier caso, que esto no implica que «se haya arrepentido» o que pueda haber atenuante por confesión.
También, añadió, deben tener en cuenta las sucesivas declaraciones - agentes de Policía , la testigo que vio cómo Ada Otuya pedía ayuda y los médicos forenses-, así como la prueba documental -fotos y vídeos de alta carga sexual-. A partir de ahí, el jurado reflejará su valoración en el acta, haciendo «constar por qué consideran acreditados los hechos», mediante una «labor de razonamiento». «No se exigen conocimientos extraordinarios», advirtió el magistrado.
Hechos que pueden ser favorables o desfavorables al acusado. En el caso de los segundos, son necesarios siete votos de nueve cuando se considere que un hecho se ha acreditado, y cinco si no se ha acreditado. De la misma forma, si consideran culpable a Aguilar serán necesarios siete votos; cinco si determinan que no es culpable.
La duda del ensañamiento
Como recordó el juez, el punto clave es el del ensañamiento en el caso del asesinato de Ada Otuya, circunstancia que no aprecian ni el fiscal ni la defensa, pero que consideran acreditado tanto la acusación particular como la popular. Es decir: si Aguilar inflingió a la víctima de forma deliberada e inhumana un daño innecesario , con el propósito de causarle un mayor dolor, en el momento de provocarle la muerte.
La exposición del magistrado fue seguida con un nivel de atención por parte del «falso shaolín» que no había mostrado desde el pasado viernes. Durante la vista oral permaneció la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados. Este jueves los mantuvo abiertos, con el rostro apoyado en una mano, pendiente de las instrucciones que recibía el jurado. Sus componentes, una vez nombrado un portavoz, deberán ponerse de acuerdo para ir respondiendo a las preguntas que recoge el acta. Sus respuestas darán forma al veredicto que, por último, propiciará la sentencia del magistrado.
El fiscal solicita 20 años de cárcel por cada uno de los crímenes. El abogado de Rebollo también pide 20 años por este asesinato con alevosía. Las acusaciones (particular y popular) por parte de Ada Otuya reclaman 25 años por un asesinato con alevosía y ensañamiento. La defensa considera que el reconocimiento de los crímenes desde el momento de la detención debe ser tenido en cuenta como un atenuante.
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