CONCIERTO
Roger Hodgson se hace español «de corazón» con el público murciano
El exmiembro de Supertramp alcanza momentos casi místicos con su «Obertura de locos» y otras melodías inolvidables
El buen «feeling» proclamado por el propio Roger Hodgson con el público en la plaza de toros de Murcia ha llevado a este artista -voz cantante y compositor de buena parte de los éxitos más conocidos de la banda Supertramp - a declararse sobre el escenario «español de corazón» y a animar emocionado a uno de sus músicos, el saxofonista Aaron Macdonald , a dirigirse en el idioma de Cervantes a varios miles de entusiasmados fans.
Elogios mutuos y amor este país aparte (hasta un retrato pintado le regalaron), en el apartado puramente musical este concierto dentro de su gira « Breakfast in America » ha confirmado -si es que hacía falta- a Hodgson como uno de los genios creadores de melodías pegadizas que, como reza uno de sus títulos consagrados, sigue teniendo a mano siempre una «canción lógica» ( The logical song ). Sus dos repertorios, el de su indeleble paso por Supertramp y su carrera en solitario con tres discos , no dan tregua en el escenario con un solista que alterna los pianos y las guitarras eléctricos y clásicos con solvencia. Y a diferencia de alguna ocasión más o menos reciente en la que recaló en Alicante, por ejemplo, más escaso de medios humanos, ahora cuenta con el respaldo de una banda completa, con bajista, baterista, teclista y, sobre todo, el concurso del antes mencionado Macdonald, capaz de que nadie eche de menos al mismísimo John Helliwell de Supertramp.
Fiesta en la arena
Arrancando con «Take the long way home» y su armónica inolvidable, el recital ha repasado joyas como « School », « Babaji », « Two of us » o « Lord it's mine » reservándose para los bises y la recta final una versión antológica de su «Obertura de locos» ( Fool's overture ) con el público en pie aclamándole y olvidándose de sus sillas en la arena del coso, en una «party» a la que Hodgson les había invitado previamente. Después de ese punto álgido, todos han coreado -o lo han intentando, en inglés- sus dos himnos « Give a little bit » y el epílogo de « It's rainning again ».
Novedades, pocas, que no desvirtuaron tanto clásico, caso de algún efecto rítmico latino que da más frescura a la canción « Lady », con un guiño a «Palomitas de maíz» incluido, o los coros compartidos entre varios componentes del grupo a la vez para elevar más si cabe « Dreamer » y suplir la ausencia de Rick Davies , fundador de Supertramp, con su voz grave.
En definitiva, Roger Hodgson será siempre ese amigo que muchos querríamos tener para que anime una velada frente a la hoguera en la playa, con sus canciones entrañables, tarareables e intemporales , y que él es capaz de convertir en sublimes con solo una guitarra o un piano eléctrico en sus manos.