Así se fraguó el cambio de gobierno

Feijóo convocó a Rueda y sus asesores más próximos el pasado sábado a Monte Pío. De allí surgió la composición de la nueva estructura de la Xunta de Galicia. Ese mismo día contactó con los alcaldes de Melide y Baiona para tantear su disponibilidad.

Así se fraguó el cambio de gobierno miguel muñiz

josé luis jiménez

Mientras media Galicia se preparaba para comer y la otra media ya estaba en ello, Alberto Núñez Feijóo anunciaba el domingo poco antes de las dos de la tarde la mayor revolución de su gabinete desde que tomó posesión como presidente de la Xunta, un cambio que no se limitaba a un trueque de caras desgastadas por otras nuevas, sino que implicaba un impulso a la acción de su gobierno de cara a los últimos doce meses de la legislatura autonómica. Pero la reestructuración, que a muchos cogió completamente por sorpresa , llevaba meses tomando forma en la cabeza del mandatario gallego.

Según ha podido saber ABC, Feijóo comenzó a barajar la opción de mover ficha en su gabinete después de las elecciones municipales por varias razones. Una, que valores municipales al alza no conseguían revalidar sus alcaldías. Otra, la confirmación de otros munícipes como pesos pesados en sus concellos. Y la tercera, que la marca PP atravesaba un bache más importante del que muchos creían, un desgaste para el que en la resaca electoral el propio Feijóo recetó «una renovación de políticas, personas y actitudes». El espíritu de cambio fue tomando forma, y la primera expresión fue la ponencia política que el PPdeG encargó a José Manuel Rey, con la que el líder popular quería transmitir a la sociedad que habían recibido el mensaje claro de rechazo hacia lo que se estaba haciendo hasta el momento desde las distintas administraciones gobernadas por la derecha.

Génova no ha valorado públicamente los cambios aplicados por Feijóo

El punto de inflexión se produce con la crisis del aspergillus en el nuevo hospital de Vigo . El día en que estalla la noticia, la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, comparte por la tarde con el vicepresidente Alfonso Rueda una reunión con alcaldes del PP en la sede del partido en Pontevedra para hablar del aparcamiento del Cunqueiro. El número dos de la Xunta se entera por los medios de la noticia, cuando Mosquera ya tenía conocimiento de la misma anteriormente y no lo comunicó al resto de pares del gobierno. La indignación con la conselleira se eleva , y se suma a la expresada por los medios a los distintos portavoces del gobierno gallego por la política de comunicación de Sanidade.

Problemas de comunicación

«Había un problema de gestión y otro de comunicación», admiten fuentes próximas a la Presidencia, un divorcio con la prensa que quedó patente en el discurso de despedida de Mosquera en Raxoi el pasado lunes, con un innecesario y sonrojante dardo a los periodistas sobre la forma en que desempeñan su trabajo. La gestión de la comunicación de la crisis del aspergillus se adjudica al gerente del Álvaro Cunqueiro, Félix Rubial , y se excluye a Mosquera de la toma de decisiones, que asume directamente la cúpula de la Xunta.

Su suerte ya estaba echada. «Renunciar a la comunicación es renunciar a la filosofía de Feijóo» , apuntan otras fuentes, que trasladaron el problema al presidente. Éste convierte el problema en una oportunidad, y comienza a valorar en serio una reestructuración potente de la estructura de su gobierno.

Sus distintos asesores, en la Xunta y el partido, ya le habían planteado a través de propuestas escritas la necesidad de reimpulsar la acción de su gobierno. «Feijóo es más de papeles, que lee cuando quiere y puede, que de reuniones» , reconocen sus próximos. En algunos de ellos ya se planteaba la posibilidad de modificar el reparto competencial de las consellerías para, por ejemplo, unir Traballo al departamento de Economía e Industria.

En paralelo está el debate de los nombres. Cuando el viernes de la pasada semana Núñez Feijóo atiende a Andrea Levy en el acto de presentación de la ponencia del PPdeG, en su cabeza ya están los nuevos conselleiros. Contactará con algunos al día siguiente, para tantear su disponibilidad. Es el caso de los que ostentaban responsabilidades de gobiernos locales. Pero a todos, sin excepción, les confirma su salto al gabinete autonómico en la mañana del domingo . Instantes después comunica los cambios a los presidentes provinciales del partido, un gesto de lealtad a la formación. Después, lo hace público al resto de Galicia a través de un comunicado remitido por la Xunta.

Rueda y los asesores

No fue una decisión pensada de manera individual. En la mañana del sábado, Feijóo se reúne en Monte Pío con su vicepresidente , Alfonso Rueda —al que convoca desde Pontevedra—, y su círculo de asesores más estrecho , para dar forma al nuevo gobierno. Nadie más lo sabía, lo que permitió que no hubiera filtraciones acerca de una remodelación de la que no existía la más mínima sospecha en los días o semanas precedentes en los rumorosos mentideros periodísticos.

Tan sólo sabía de su cambio de funciones la conselleira de Mar, Rosa Quintana , para quien Feijóo tuvo palabras afectuosas en su toma de posesión. Quizás para reconocerle su labor más allá de lo políticamente exigible, Quintana conoció del presidente que se le retiraría el área de Medio Rural para centrarse en Mar, una vuelta al punto de partida de la legislatura. Incluso supo de la que iba a ser su sustituta. Pero el secreto no fue revelado.

Los próximos serán en el partido, aunque no se avanza cómo afectarán

Desde el partido cierran filas con los nombramientos, seguros de que «si hubiera habido alguna discrepancia con los nombres, Feijóo habría tomado nota», prueba de que el PP respalda la acción del presidente, su principal valor de cara a las autonómicas de 2016. «Ahora podemos dar la batalla» , apuntan otras voces, «tenemos la capacidad de conformar un modelo de gestión diferente al Gobierno de España» , con el que han sido críticos numerosos dirigentes del PP gallego en los últimos meses, y al que responsabilizan de la devaluación de la marca de la gaviota en los diferentes procesos electorales.

El PPdeG quiere trasladar a la sociedad que sí atiende los mensajes salidos de las urnas, una contraposición a Génova, que no se ha pronunciado públicamente acerca de la reestructuración del gobierno de Feijóo. Quizás porque eso les obligaría a reconocer que Galicia ha respondido con mayor ímpetu en su gobierno que lo acometido por Rajoy en el suyo.

Tolerencia cero

Las fuentes consultadas enmarcan los ceses de los delegados territoriales en Vigo y Orense a este giro político . «Feijóo, en lo que depende de su capacidad para nombrar y cesar, actúa» , subrayan. Su «condescendencia», recuerdan, «ha sido muy limitada» , circunscrita a casos «donde sabía que no había nada», como los de Agustín Hernández, Paula Prado o José Manuel Rey . «Si mantiene a gente en el cargo, no suele equivocarse», dicen quienes mejor le conocen.

Ahora, hay que dejar que los cambios surtan efectos en las políticas y en la percepción de la sociedad. «Habrá más a nivel orgánico», vaticinan desde el PPdeG , «porque somos un partido reactivo e inconformista». El tiempo dará y quitará razones.

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