El «Calixtino» se sacude los gazapos
La profesora García Blanco enmienda, en una nueva edición, las erratas de traducciones anteriores del «Códice»
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Las traducciones a veces juegan malas pasadas y, aún con miles de revisiones, persisten en ellas gazapos que el autor solo descubre cuando la obra ya está en las estanterías de librerías o bibliotecas. Le ocurrió a mediados del pasado siglo a quienes en 1951 realizaron la primera versión en castellano del «Códice Calixtino» , Abelardo Moralejo, Casimiro Torres y Julio Feo. Pese a ser «justamente alabada por su rigor, la erudición de sus notas y la fluidez de su estilo», en el capítulo I del Libro IV se apuntaba, por ejemplo, que Carlomagno se apareció al Apóstol y no al contrario, como sería lógico e indica el original en latín. Se aludía también a los días 27 y 28 «de agosto» como tercero y cuarto de la octava de Santiago , cuando en realidad se quería decir «de julio», y faltaban estrofas en algunos himnos.
Les volvió a suceder a Juan José Moralejo y a María García Blanco, quienes en 2004 corrigieron y actualizaron la primigenia publicación. «No éramos conscientes entonces de la cantidad de gazapos que se nos deslizaban , con la mueca sardónica de la errata que, feliz, ha pasado inadvertida al corrector», escribe ahora la profesora en el prólogo de una tercera edición que fue presentada ayer. En él, avanza que pese a lo laborioso de este trabajo, posiblemente la historia vuelva a repetirse : «Fue Borges quien dijo que solo existe una forma de dejar de corregir: publicar. Pues eso, publiquemos y dejemos de corregir, que otros vendrán que buenos nos harán», señala la filóloga.
La presentación de García Blanco estuvo arropada por Nava Castro, directora de Turismo de la Xunta;Rafael Sánchez Bargiela, gerente del Xacobeo; y Francisco Singul, jefe de publicaciones de esta entidad. La investigadora recordó el «grave peligro» que sufrió el «Códice» durante un año tras su robo en 2011 a manos de un exelectricista de la Catedral compostelana , «un tiempo que se nos hizo demasiado largo». «Corríamos el peligro de vernos privados de una joya bibliográfica», pero su contenido estaba preservado gracias a las referidas traducciones, matizó.
«Urgentemente necesaria»
Según García Blanco, esta actualización era «urgentemente necesaria» por el auge del Camino , cuya primera guía es el Libro V del «Calixtino». «Responde a esa demanda creciente que basta con percibir cuando paseamos por las calles de Santiago: crecen los peregrinos; aumenta impresionantemente de manera exponencial el volumen de los estudios jacobeos, y hasta el «Códice» es conocido a nivel mediático. Todo el mundo sabe a qué nos referimos cuando pronunciamos esas dos palabras latinas», describió la autora en alusión a los términos «Codex Calixtinus».
Sánchez Bargiela manifestó, en esa misma línea, que existía una «demanda constante en ámbitos intelectuales» para lanzar esta obra dado que la segunda versión, editada hace ya más de una década, permanecía agotada.
«Facilitar el conocimiento de la obra de referencia jacobea, expurgarla de erratas y proporcionarle una presentación filológica y editorial lo más limpia y rigurosa posible» son los objetivos que han movido a García Blanco. Sabedora de que, pese a su popularidad, muchos aún no habrán leído el «Códice», anima a hacerlo y... si encuentran alguna errata, pueden hacérsela llegar.
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