Don Juan Carlos: «Estoy muy contento de volver a navegar, esto es una experiencia diferente»

Tras cinco años alejado de la vela, el Rey emérito retoma su gran pasión. ABC le acompaña en el «Acacia», la embarcación clásica con la que vuelve al mar: «Este es el punto de partida»

Don Juan Carlos: «Estoy muy contento de volver a navegar, esto es una experiencia diferente» María Muiña

J. L. JIMÉNEZ/M. SUEIRO

Le puede la pasión por el mar y la vela. Don Juan Carlos ha elegido Galicia para volver a una regata , aunque de un modo distinto. Ya no navega a bordo de los grandes barcos de competición sino de una forma más pausada y relajada en los clásicos. «Es una experiencia diferente», confiesa en exclusiva a ABC , «estoy muy contento». En este 2015, el Real Club Náutico de Sanxenxo ha querido bautizar su regata como Juan Carlos I – Master El Corte Inglés, y nada mejor para esta edición que contar con el retorno del Rey emérito a la vela tras el parón forzoso por motivos de salud. Desde la Copa del Rey de 2010 en aguas de Palma que Don Juan Carlos no tomaba el timón de un barco. «Viene a disfrutar, le apetecía navegar» , cuenta uno de los tripulantes que le acompañan en esta nueva singladura, el campeón olímpico y vueltamundista Fernando Echavarri .

«Es otro ritmo que me permite seguir en la vela» , asegura Don Juan Carlos en conversación con este periódico, «y estoy muy agradecido a los amigos que me invitan a navegar con ellos». A bordo del «Acacia», el velero de época en el que compite este fin de semana en aguas de la Ría de Pontevedra, todos son viejos conocidos. Además de Echavarri, Don Juan Carlos cuenta con Pedro Campos , presidente del RCN de Sanxenxo y armador de la saga «Movistar», el veterano tripulante del «Bribón» Alberto Viejo y el anfitrión Mauricio Sánchez .

Una nave de 86 años

El barco tiene su historia. Construido en 1929, este 6 metros internacional restaurado recientemente en los astilleros vigueses de Lagos ha conocido no pocas vicisitudes. «En él navegué hasta yo hace sesenta años», recuerda emocionado José Cusí, el gran armador español de la saga «Bribón» , «junto a Camilo Cuyás, y también se subió a él Santiago Amat, el primer medallista olímpico español de vela».

Cusí es testigo de excepción de este retorno de Don Juan Carlos a la vela. «Está muy ilusionado y su idea es de hacer alguna regata más de clásico» , afirma. El Rey emérito lo ratifica, y quiere que Sanxenxo sea «mi punto de partida, quiero seguir en los clásicos, es una vela distinta», donde sigue al timón pero sin la exigencia física de la alta competición con la que surcaba las aguas del Mediterráneo. El jueves, durante el entrenamiento frente a Marín, recordaba a sus compañeros de tripulación sus años de estudiante en la Escuela Naval . Pedro Campos quiere traer a Sanxenxo una gran regata internacional de clásicos, y para ello cuenta no sólo con el respaldo explícito del Rey, sino que además hoy tendrá como padrinos a los presidentes de Telefónica, El Corte Inglés y la italiana Prada (César Alierta, Dimas Gimeno y Patrizio Bertelli)

Esta visita de Don Juan Carlos a Sanxenxo nada tiene que ver con la última que hizo en 2006, coincidiendo con la salida de la Volvo Ocean Race. De aquella cita multitudinaria ha pasado ahora a una presencia más discreta , casi anónima.

En la taberna local

El jueves, día de su llegada, tras una pequeña recepción en el náutico con la corporación local, pudo disfrutar de un almuerzo en la taberna del club, sin cámaras ni periodistas. Después de tres horas de entrenamientos, el Rey acudió a cenar con un grupo de amistades al restaurante D'Berto, en O Grove , propiedad de Alberto y Marisol Domingo. Estos días se aloja en la casa de unos amigos en la zona , lejos de los focos, haciendo la vida anónima que gusta tras su abdicación.

Lo que no abandona es la cercanía con la gente . Este viernes, a su llegada a las instalaciones del club, no dudo en acercarse a la fotógrafa de la regata, María Muiña, para pedirle un favor. «Te dejo mi cámara y me haces unas fotos», le pidió, entregándole su Nikon. Antes de entrar aún tuvo tiempo de saludar al armador luso Rui Ramada , con quien departió en perfecto portugués. A la salida del Náutico tuvo la ocasión de saludar a algunos compañeros de regata y aficionados a la vela. Todos aprovecharon para fotografiarse con Don Juan Carlos y para desearle suerte.

El Rey no dejó de bromear con los que se acercaban, pero sin duda quienes llamaron más la atención del Monarca fueron los más pequeños . Su Majestad se detuvo con un niño de 14 meses al que animó entre bromas a practicar la vela. También estrechó manos y recogió elogios de los aficionados por su decisión de volver a practicar el deporte de la vela. Tras el recorrido por el pantalán flotante se dirigió con el resto de la tripulación al barco para iniciar tomar la salida del recorrido costero entre Sanxenxo y Bueu.

Don Juan Carlos volvió de navegar a las siete de la tarde y compartió cena en la cuarta planta del náutico de Sanxenxo de nuevo con tripulantes y amigos. Este sábado volverá al mar a seguir la competición, que finaliza este domingo.

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