Triacastela planta cara a los antitaurinos y mantiene su corrida
La alcaldesa no cede a las presiones y apoya una fiesta que moverá a cientos de aficionados
La celebración de una corrida taurina el último fin de semana de agosto en Triacastela , localidad que asumió la fiesta de los toros tras el veto en Sarria, ha puesto a los comerciantes de este pequeño municipio en el punto de mira de los antitaurinos. Una campaña promovida a través de las redes sociales por este colectivo pide a los peregrinos que no se detengan ni para comer ni para hacer noche en Triacastela, primer pueblo del Camino francés en Galicia y punto neurálgico en la ruta Xacobea. Según la alcaldesa del municipio, Olga Iglesias, el concello no tiene intención alguna de plegarse a este chantaje , por lo que pide máxima tolerancia. «Exijo el mismo respeto para los taurinos que para los que no están a favor de los toros, pero lo que está claro es que no vamos a ceder a ninguna presión», asume.
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El ayuntamiento —al que estos festejos le supondrán un desembolso inferior a los mil euros— se reunió el pasado fin de semana con algunos comerciantes de la zona que firmaron un escrito pidiendo la anulación de las fiestas por el temor a que sus negocios se vean afectados por el boicot. Los firmantes son un total de 16 personas (dos de ellas sin negocio) que no quieren exponerse a perder clientes, teniendo en cuenta que este mes es uno de los de mayor afluencia de peregrinos y que el Camino es la principal fuente de ingresos para los vecinos.
Adaptado a los peregrinos
La implicación de Triacastela con la Ruta Xacobea, plasmada ya en el Códice Calixtino , forma parte de la vida de un pueblo que incluso ha adaptado sus horarios a la rutina de los caminantes para poder cubrir sus necesidades. En este ayuntamiento de apenas 800 habitantes , los locales abren sus puertas al filo de las 6 de la mañana para dar los primeros desayunos a quienes inician etapa. Una cobertura que los comerciantes piden no pasar por alto y que muestra el apego de Triacastela con una tradición milenaria .
Entre las razones que la alcaldesa esgrime para mantener la fiesta y no aceptar el boicot al que está siendo sometido el municipio destaca el tirón de público que los festejos podrían acarrear. Por el momento, peñas taurinas de La Coruña ya han confirmado su asistencia a una corrida que protagonizarán los diestros Manuel Benítez «El Cordobés» y Canales Rivera . También acudirán a Triacastela todos los aficionados que este año no podrán ir a la corrida en Sarria, «y gente de la comarca que es taurina» , aseguró Iglesias en una charla con ABC.
Para incentivar la llegada de público a los festejos, la organización decidió contratar a un empresario que dispone de un tren turístico para traslasdar a los interesados desde Sarria hasta Triacastela y ofrecer, al tiempo, un recorrido por los veinte kilómetros que separan un municipio de otro. La idea es que los viajeros disfruten de las vistas que el Camino francés ofrece a su paso por este paraje lucense durante los alrededor de 45 minutos que se dilatará el viaje.
En una plaza portátil
Detrás del traslado de las corridas de Sarria (donde se han celebrado durante años) a Triacastela, está una asociación de jóvenes que fue la que le propuso la idea al ayuntamiento ante la negativa de la nueva corporación tripartita de Sarria a acoger los festejos en su municipio. El montaje para los festejos que se celebrarán en apenas tres semanas consta de una plaza portátil de 40 metros de diámetro con un aforo para 2.500 personas que se instalará en la localidad durante el fin de semana del día 22.
Sobre la fiestas y, al margen de las protestas, la alcaldesa asume que va a seguir adelante porque «la mayor parte del sentir de la gente del municipio es de mostrar su acuerdo, y la mayoría de ellos va a ir». La regidora tampoco niega el apoyo económico que los festejos y la recepción de visitantes pueden generar en la economía de este pequeño pueblo de la montaña lucense, puerta de entrada de los peregrinos a Galicia y ahora protagonista por un chantaje que muchos de sus vecinos rechazan.
