Investigan la relación de Socorro Pérez con un recluso de Pereiro de Aguiar

El traslado de la investigación por la muerte de la joven Socorro Pérez a manos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) ha dado un giro radical a las pesquisas. Con la certidumbre de que el fallecimiento de la desaparecida tuvo lugar de manera violenta —la autopsia reveló que la muerte se produjo por un aplastamiento craneal— los agentes centran ahora la investigación en tres líneas de trabajo. Según ha podido saber ABC de fuentes cercanas al caso, los policías estarían indagando en la relación que Socorro Pérez podría haber mantenido con un recluso del penal de Pereiro de Aguiar. Se desconocen los detalles, pero los investigadores están a espera de acceder a los registros de visitas de la prisión orensana para confirmar si la joven se desplazó hasta allí para ver a alguien y si este hecho podría guardar relación alguna con su muerte.

También se investiga la conexión de Socorro, una mujer con una vida tranquila y bastante hermética, con un párroco de la ciudad con el que mantendría una amistad. Para concretar sus hipótesis de trabajo —que empezaron de cero una vez fue localizado el cadáver de la desaparecida— los encargados del caso solicitaron una relación de las llamadas telefónicas que la víctima realizó desde su móvil y desde el fijo de su casa «en un período de tiempo amplio». Todo apunta a que estos datos se conocerán a principios de la próxima semana y ayudarán a arrojar luz sobre el enigmático caso, explican a este diario. Sin descartar ninguna línea de investigación, el cambio de versión de un testigo que afirmó haber visto a Socorro el día de su muerte y que después varió su versión también está siendo examinado desde el punto de partida.

Con todas las opciones abiertas, lo que sí parece claro para los encargados del caso es que el autor de la muerte de Socorro era una persona de su entorno . Este extremo ya fue propuesto por los familiares de la víctima poco tiempo después de su desaparición, convencidos de que Socorro no se había ido por voluntad propia y de que alguien que la conocía la hubiera abordado mientras ella hacía deporte. Después del hallazgo del cuerpo sin vida de la joven en los alrededores de Orense, el portavoz de la familia llegó a hablar de que alguien podría haber intentado extorsionarla.