Juan Carlos renace con un corazón a pilas

El Chuac se convierte en el tercer hospital de España que transplanta un mecanismo eléctrico de bombeo de sangre

Juan Carlos renace con un corazón a pilas abc

jorge pan

La vida que tenía Juan Carlos Agustín Espasandín apenas merecía tal nombre. Este vecino de Vimianzo, a pesar de tener solo 38 años, no podía prácticamente salir de su casa. Su insuficiencia cardíaca refractaria lo mantenía atado a la cama o al sofá, pues caminar lo cansaba desmesuradamente. Esta enfermedad, que además acarrea una elevada mortalidad, se produce cuando el corazón ve gravemente deteriorada su capacidad de bombeo y no es capaz de impulsar la sangre hacia el resto de órganos vitales, haciendo así de cualquier actividad de la vida cotidiana una auténtica odisea.

El hospital era una segunda casa para Juan Carlos, su mujer y su hija. Este vimiancés tenía que ingresar con mucha frecuencia por dolencias relacionadas con su maltrecho corazón. En condiciones normales, hubiese sido un candidato claro a un transplante, pero tampoco era posible. Los médicos se lo plantearon y le hicieron pruebas para preparar la llegada de un nuevo corazón. Desgraciadamente, tampoco fue posible: Juan Carlos tenía una presión arterial anormalmente alta en los pulmones, consecuencia de su insuficiencia cardíaca.

En el servicio de Cirugía Cardíaca del Centro Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac) lo tuvieron entonces claro. La única solución para mejorar la calidad de vida del paciente era implantarle un corazón artificial . Recién llegado de Estados Unidos y conocido como «HeartWare HVAD», este corazón a pilas es uno de los más avanzados que existen hoy en día. Asimismo, es de pequeño tamaño, algo de suma importancia, ya que Juan Carlos tendría que llevarlo consigo a todas partes.

El «HeartWare» funciona con dos baterías recargables que se deben conectar a la alimentación cada cuatro horas. Tiene una bomba y dos pequeños motores que hacen circular la sangre desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta, la auténtica «autovía» de nuestro organismo, que distribuye la sangre hacia todo el sistema circulatorio de nuestro cuerpo.

El 7 de octubre, un equipo multidisciplinar del Chuac practicó esta cirugía pionera en Galicia, coordinada por el jefe de servicio de Cirugía Cardíaca, José Joaquín Cuenca; y la médico adjunta del servicio de Cardiología, Marisa Crespo. «Tuve miedo cuando me lo propusieron, pero no me lo pensé», explicaba este martes Juan Carlos. El éxito fue rotundo.

Recuperado en tres semanas

Tres semanas después, este hombre de Vimianzo puede ya posar sonriente junto al equipo médico que le ayudó a volver a nacer . Según afirmó Cuenca, está «en proceso de recuperación» de la cirugía y permanece en el hotel de pacientes del Chuac para evitar idas y venidas a su casa.

«Ahora, al caminar ya no me canso, aguanto más», contó, radiante, un Juan Carlos que reconoció que antes su vida era «muy limitada». Ahora, la autonomía de la batería le permite pasear durante cuatro horas sin necesidad de enchufar el aparato.

Aun así, esta medida no deja de ser provisional. «Queremos que la presión del pulmón disminuya y que en el futuro reciba un órgano», afirmó Marisa Crespo. En el presente, puede vivir ya una vida normal con su familia.

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